El conjunto blanco logró vencer cómodamente por 1-3 frente al cuadro burgalés para superar los dieciseisavos de final y focalizarse en la Supercopa de España
Aranda de Duero se había paralizado por completo para poder vivir aquel acontecimiento histórico. No todos los días un equipo de Segunda Federación, como el Arandina, se enfrenta ante todo un Real Madrid; recibe al ‘Rey de Europa’ en su casa, ante su gente; y tiene la oportunidad de marcar un hito histórico en la Copa del Rey.
Por todo ello, aunque para el conjunto madridista todo aquello no fuera más que un trámite que debían superar cuanto antes para poder centrarse en la Supercopa sin ninguna lesión más y, sobre todo, habiendo avanzado en Copa, para la Arandina y su afición, lo de anoche era muchísimo más que un partido especial, era una cita con la historia, prácticamente una fiesta local.
Arda Güler, la gran sensación de la primera parte
Los reyes se habían adelantado por Aranda, el sorteo de Copa del Rey había otorgado al conjunto burgalés el mejor de los regalos posibles y, ahora, ya solo quedaba disfrutarlo. Las colas para acceder al campo rodeaban prácticamente el estadio. Miles y miles de niños abarrotaron el Juan Carlos Higuero con ese brillo en los ojos que denotaba su increíble ilusión; porque, si bien, la noche anterior, habían llegado los Reyes Magos, en la noche de ayer estaban a punto de ver y disfrutar de los ‘Reyes de Europa’.
Así pues, con este ambiente inmejorable en el feudo burgalés, el esférico comenzó a rodar en una primera parte que se caracterizó por el absoluto dominio madridista, pero, sin embargo, por el poco acierto de los muchachos de Carletto de cara a gol. A pesar de esta escasa eficacia goleadora, la gran noticia para los merengues fue el debut de Arda Güler. Su elegancia, su clase, su calidad y su gran personalidad con tan solo 18 años quedaron patentes desde el primer minuto sobre un terreno de juego que poco tenía que ver con el Santiago Bernabéu. Todo ello ilusionó al madridismo y dejó patente que, si las lesiones, por fin, le respetan, este chico está llamado a marcar una época con el Real Madrid.
Desquite blanco en la segunda parte
Tras este primer acto sin goles en el Juan Carlos Higuero, los segundos 45 minutos comenzaron con una tónica ciertamente opuesta a la del primer tiempo. Al Real Madrid le costó reencontrarse; mientras que la Arandina, con su ilusión por bandera, comenzó a hostigar poco a poco la meta defendida por Kepa. No obstante, los futbolistas locales no lograron materializar sus ocasiones y, como es obvio, este factor ante un equipo como el conjunto de Chamartín, se acaba pagando.
El encargado de abrir la lata fue Joselu Mato con un fantástico lanzamiento de penalti y, a partir de ahí, los chicos de Ancelotti volvieron a centrarse en el encuentro y sentenciaron el choque con el segundo de Brahim pocos minutos después. Finalmente, en los últimos compases del choque, Rodrygo Goes no quiso faltar a su cita con el gol y la Arandina obtuvo su mejor regalo posible en la noche de ayer que era lograr marcar al Real Madrid. A pesar de la poca trascendencia del tanto, las gradas estallaron de alegría y festejaron el gol como si fuera el de la victoria, puesto que, para ellos, a decir verdad, en la noche de ayer, pasara lo que pasara, habrían ganado.
