Una prórroga interminable en La Condomina sentenció al UCAM Murcia, que mereció más ante los linarenses
La Copa del Rey hace despegar a los más modestos, crea rivalidades mágicas, historias idílicas; hace que los pequeños sueñen como los grandes, que David venza a Goliat o que las aficiones recorran miles de kilómetros para alentar a su equipo. La Copa “mola”, como su lema o como la realidad que envuelve la atmósfera copera: el cielo de los sueños. El histórico torneo del K.O. español hizo azaroso el choque entre UCAM Murcia y Linares, con una travesía de 315 kilómetros que distancia las dos localidades españolas.
Arrancaba la cita en La Condomina y se abría, también, la veda copera del Día de Todos los Santos. El Linares de Óscar Fernández partía de inicio muy combinativo, teniendo la primera desde las botas de Mawi en el 3’, con una rosca escorada que no cogió puerta. Los universitarios metieron baza y tuvieron la primera clara de todo el encuentro en el minuto 8. Jorge García intentó vapulear a Samu Casado con un zurriagazo, pero el cancerbero verdiblanco se estiró con reflejos y despejó el cuero.
Sendos conjuntos triangulaban, oxigenaban sus posesiones e intentaban amedrentar las áreas contrarias. Se le notaba más suelto al Linares, puesto que ya van cinco ediciones consecutivas en las que disputan la prestigiosa Copa del Rey (la temporada pasada alcanzaron los dieciseisavos). No obstante, la comunión del UCAM arriba generó un par de centros y los linarenses se vieron en apuros. Cumplida la media hora de partido los murcianos se fueron creciendo y empezaron a hacer retroceder al Linares Dptvo., mas viendo que las ofensivas visitantes eran casi inexistentes. Calmaron el oleaje universitario Mawi y Rodri desde la sala de máquinas.
Alonso tuvo en sus botas el 1-0 en el minuto 36’, con un remate en el área pequeña a centro de Jorge García que se marchó desviado. El partido iba de respuestas y la del Linares fue muy manifiesta de gol: Valera disparó cruzado un balón raso que se topó con la cepa del poste izquierdo de Serna. El balón se quedó muerto dentro del área y el lateral verdiblanco no dudó en descargar toda su fuerza e intentar anotar. Cambió el guion y el encuentro se volvió más directo, vertical y candente. Antes de bajar el telón, el UCAM pudo haber marcado en un contragolpe de Ródenas, pero el delantero hizo falta a Samu Casado al intentar zafarse de él.
El segundo acto, con 0-0, ocasiones previas para sendos planteles, el tiempo a contrarreloj y la prórroga ‘saludando desde el palco’, comenzó muy distinto al primero. Los equipos salieron poco conservadores, menos parsimoniosos y buscando a la desesperada el gol que desatascase las tablas. Josema regateó a dos adversarios y disparó desde fuera del área, pero el balón tocó en un rival y se desvió a saque de esquina (58’). El partido se animaba, subía de marchas y el público cantaba. De nuevo Josema, con una maniobra exquisita disparaba desde la frontal a los guantes de Samu Casado (60’). Y sí, llegó la terna, la tercera ocasión de gol consecutiva desde los botines de Josema, que tiraba del carro universitario. Desde la frontal estaba haciendo diabluras.
El coro, unísono y estridente, de la joven grada de animación del UCAM Murcia animaba el choque, que iba a ‘ratitos’. Con tramos de intensidad e ida y vuelta y con largas situaciones de horizontalidad y fútbol ‘balonmanizado’. Josema no podía hacerlo todo solo, necesitaba sentirse arropado. El Linares adelantó su línea defensiva a mediocampo, no se escondió atrás y los universitarios sufrieron un poco más en salida de balón. Véase, eso sí, que el Universidad Católica de Murcia estaba siendo superior frente a un Primera Federación. Chinchilla atemorizó a los linarenses con un disparo de rosca que iba a la escuadra pero que se desvió gracias a una mano milagrosa y salvadora de Samu Casado. Otra vez se volvía a salvar el Linares.
El UCAM imprimía velocidad a medida que avanzaba el partido. Restaba un cuarto de hora y el 0-0 pesaba cada vez más. Los equipos comenzaban a errar y a precipitarse, lo que beneficiaba más a los locales puesto que, pese al resultado, estaban teniendo más ocasiones. Visto cómo estaba el choque, Víctor Cea agitó la baraja de cartas introduciendo a su ‘killer’ Arturo en el 80’. Los universitarios volvieron a incidir, volvieron a tener el partido en sus manos, pero Cárdenas disparó arriba después de un contragolpe de libro del UCAM Murcia. El silbido del colegiado mandó el partido a la prórroga y la suerte estaba echada.
Los equipos realizaron las arengas típicas y pertinentes y se dio inicio a la primera mitad del tiempo extra. Estos choques son tan peculiares que, en el cambio de los noventa minutos a la prórroga, los equipos no suben de marchas, el partido se alarga media hora más pero las hojas de ruta permanecen inamovibles. El cansancio afecta a esto mismo, las piernas notan la carga de minutos y los equipos sudan más de lo previsto. Yasser, con un disparo de falta detenido abajo por Samu Casado, tuvo la primera acción de peligro de toda la prórroga en el 100’. El partido estaba casi inerme, romo y sin brillo. La opacidad invadía las gradas, que cada vez optaban más por un silencio sepulcral. Con un remate al palo de Alonso del tras un córner cerrado (105’), el colegiado envió la cita al descanso de la prórroga.
La segunda parte del tiempo adicional fue idéntica a la primera, a los noventa minutos y sería la misma si se hubiesen disputado 120 minutos más. El UCAM Murcia tuvo tres acercamientos con algo de peligro pero no pudo sorprender a Samu Casado. Arturo tuvo la última acción clara en el 112′ pero su disparo se marchó muy por encima del travesaño. El colegiado envió la cita al azaroso universo de la tanda de penaltis. Tras ocho lanzamientos conjuntos, los linarenses pudieron festejar su pase a la siguiente ronda gracias al error final de Sevila. Así, el Linares Deportivo sufrió lo que no está escrito para entrar en las bolas coperas del próximo sorteo. Así es la Copa de S. M. el Rey, un torneo con partidos imprecisos, con choques frenéticos, con bodrios y con tedios infinitos. La magia de ‘viajar’ al barro.
Ficha técnica:
Alineación UCAM Murcia: Serna, Mena, Javi Ramírez, Fran Miranda (Yasser 60’), Ramón Blázquez (Sevila 60’), Ródenas (Víctor Sánchez 94’), Josema (Fita 80’), Alonso, Luque Jr., Fabi (Chinchilla 60’) y Jorge García (Arturo 80’).
Alineación Linares Deportivo: Samu Casado, Valera, Molina, Rentero, Higo Díaz, Rodri (Lucas Suárez 114′), Mena (Llorente 96’), Mawi (Alejandro Oyón 85’), Berlanga (Campbell 68’), Perejón y Ortuño (Alberto Moreno 68’).
Árbitro principal: David Cambronero González. Amonestó a Perejón (48’), Josema (76’), Alberto Moreno (104’) y Manolo Molina (113′).
Lanzamientos de penalti: En el UCAM Murcia anotaron Luque Jr., Yasser, Arturo, Javi Ramírez, Víctor Sánchez y Alonso; fallaron Chinchilla y Sevila. En el Linares Dptvo. marcaron Alberto Moreno, Llorente, Varela, Hugo Díaz, Oyón, Molina y Rentero; erró Lucas Suárez.
Estadio BeSoccer La Condomina.