La selección de Domenico Tedesco empieza con mal pie su andadura en la competición
El Deutsche Bank Park de Frankfurt fue el escenario del debut de Bélgica y Eslovaquia, siendo conocedoras ambas de la sorprendente victoria de Rumanía sobre Ucrania por 3 a 0.
Sobre el papel, la selección belga debería hacerse con el encuentro con relativa facilidad, teniendo en plantilla a auténticas estrellas internacionales como Kevin De Bruyne, Jérémy Doku o Romelu Lukaku. Dicho esto, la platilla de Bélgica está a un nivel inferior de la que tuvo en las últimas grandes citas, habiendo perdido a jugadores como Eden Hazard, Thibaut Courtois o Marouane Fellaini.
Por su parte, Eslovaquia parte como la selección pronosticada a abandonar la competición, más habiendo perdido al mejor jugador de su historia, Marek Hamšík. Así, Škriniar y Lobotka intentarán liderar a su selección y dar la sorpresa, no solamente en el partido, sino que también en toda la competición.
Primera parte: Una Bélgica de menos a más sucumbe ante la presión eslovaca
Sin lugar a duda, el jugador más destacable los primeros minutos del partido fue Jérémy Doku. El futbolista del Manchester City mostró su despliegue por banda derecha desde el minuto uno, creando ocasiones para sus compañeros y sorteando rivales hasta llegar al área de Martin Dúbravka.
Ejemplo de esto fue la jugada que realizó en el tercer minuto del partido, en la cual arranco con el balón desde su propio campo y, recibiendo golpes y entradas de todos los colores, se plantó en el área rival para poner el centro, aunque Lukaku no fue capaz de materializar la jugada.
Sin haberse cumplido los 10 minutos de juego siquiera, la defensa de Bélgica regala el balón al atacante eslovaco Schranz, este dejó el balón atrás para el remate de Kucka, el cual rechazó Casteels y fue el mismo Schranz quien anotaría el primer gol tras el rechace.
Dúbravka nunca ha destacado por su juego de pies, y nos lo volvió a demostrar en el minuto 20 del partido. En esta jugada, el portero del Newcastle regaló un balón a Trossard, el cual, desde fuera del área, mandó el balón por encima de la portería.
Antes de finalizar la primera parte, Carrasco desplazó el balón desde el centro del campo para la carrera de Lukaku, el cual no fue capaz de controlar el balón ni de definir con certeza.
Segunda parte: Lukaku, un protagonista con mala suerte
El delantero de la Roma no estuvo acertado durante la primera parte y en la segunda, cuando si estuvo acertado, el VAR le anularía los dos goles que hubieran significado el triunfo belga.
La primera de estas llegaría en el minuto 55. Trossard centraría el balón al segundo palo tras un córner en corto, Onana acomodaría el balón y Lukaku empujaría el balón a placer dentro de la portería eslovaca. Más tarde entraría el VAR, sancionando fuera de juego del delantero.
Y la segunda jugada ocurriría en el minuto 87. Con el partido casi acabado, Loïs Openda correría por la banda izquierda, aguantando las embestidas y forcejeos de los rivales, hasta llegar a la zona de peligro, donde daría un balón atrás para el gol Lukaku. En este caso, el gol no subiría al electrónico por mano previa de Openda.
