Anoche se perpetuó la debacle continuada del equipo hispalense con una jornada trágica en Londres reafirmando la mala racha del Sevilla.
El partido correspondiente a la jornada 4 del grupo B de la UEFA Champions League que enfrentaba al Sevilla FC y al Arsenal fue tan solo la punta del iceberg de una temporada que ya en Noviembre, se está haciendo completamente cuesta arriba. El equipo de Nervión acumula tan solo 3 victorias en sus últimos 17 partidos oficiales (UD Las Palmas, UD Almería, CD Quintana) dejándolo como un equipo de apariencia débil, sin ideas y con jugadores que no son ni la sombra de lo que algún día fueron.
Siendo realistas y con los números en la mano, el Sevilla FC no ha sido el equipo con la competitividad esperada desde la segunda mitad de la temporada 21/22, pero el equipo clasificó a Champions y se vio tapado por una falsa tranquilidad, el año pasado más de lo mismo con un título que, aunque épico, no dejó de ser un espejismo de lo que realmente se avecinaba.
Si a todo esto le sumamos la marcha de Monchi y la gestión terriblemente mediocre de presidente y vicepresidente, pues nos deja a un equipo sin proyecto claro, donde tus jugadores “estrella” tienen ya una edad y los nuevos que tienen calidad, pues no están metidos en el equipo con apariciones intermitentes.
Tampoco le ha ayudado el cambio de entrenador al Sevilla FC, ni la temporada pasada ni ahora, el equipo no sabe a lo que juega, y cuando lo hace, se notan muchas carencias tácticas y físicas. El año pasado esto se veía tapado por Bono, que este año ya no está y que ha dejado en evidencia el problema defensivo del equipo hispalense.
Y es así como encara el Sevilla la semana de “El Gran Derbi”, con tu máximo rival con una buena dinámica de juego y el doble de puntos en liga, en liga el conjunto rojiblanco ocupa la 15ª posición a escasos puntos del descenso, y en Champions necesita un milagro para pasar de ronda.
Todo ello se remata cuando tienes un vestuario con la moral hundida, un entrenador que no intuye por donde meterle mano al problema y unos directivos que a la mínima salen a pedir paciencia en un proyecto donde se está acabando.
De momento, son un equipo con carencias defensivas muy grandes y con muy pocas llegada salvo jugadas puntuales por banda que vienen de acciones individuales, sus 11 puntos en 11 partidos lo evidencian. El Sevilla en estos momentos es un equipo en crisis que necesita urgentemente un cambio inmediato a expensas de cambios más grandes a largo plazo.
