Las alas de Angelito 

El argentino anotó dos goles tras forzar después de su lesión  

El pasado 24 de septiembre, Ángel Correa sufrió una brutal entrada por parte de Bellingham en el derbi en el que los colchoneros se impusieron por 3-1, esto propició que el delantero tuviera que ser apartado del equipo. El pasado martes, el resultado de una resonancia magnética, concluía con un esguince de ligamento interno de la rodilla derecha (de 7 a 14 días de baja). 

 En Pamplona, cuatro días después, no fue convocado. Pero contra todo pronóstico, una semana después entraba en la lista, acompañando a Antoine Griezmann como los únicos delanteros disponibles. Pareja que formaron el once titular el pasado domingo frente al Cádiz. 

“Quise salir adelante a pesar de tener algo de dolor, intentando ayudar al equipo”, palabras del rosarino al finalizar el encuentro. Tras la expulsión de Morata en el Sadar, Simeone necesitaba un delantero para acompañar al 7, muchos hubieran sido descartados por precaución, no hubieran querido jugar, se hubieran quedado en la grada animando desde fuera, … no es el caso de Correa. Forzó, jugó con dolor, seguramente con pensamientos de una posible lesión más grave, pero una cosa para él más importante que todo eso, el equipo. Alguno querría verlo cojeando pero se tuvieron quedar con las ganas.

Jugó un partido memorable, con dos tantos que acabaron con la remontada en un duelo que empezaba con un resultado adverso de 0-2. El primer gol, de cabeza, pillando a contrapié a su paisano, Jeremías Ledesma. El segundo, poniendo el broche a un contragolpe de ensueño, dedicado a todos los que dicen que este Atleti no juega nada y que sigue con su racha de 12 victorias seguidas en el Metropolitano. No es que solamente jugara 90 minutos, sino que durante todo el encuentro no paró de presionar, de bajar a defender y de ser uno más, a pesar de estar lesionado.

Se le podrá pedir que regatee más, que dé más asistencias, que sea más acertado de cara a puerta, pero nunca exigirle más compromiso, más trabajo y más a amor a unos colores. Tras una semana en las que se ha dudado de él y de su lesión, y a la que a la víctima de una patada se la ha tratado como culpable, ha sido capaz de mantener la cabeza y de ayudar cuando se le necesitaba. El héroe de la remontada del Atlético de Madrid tiene nombre y apellidos: Ángel Correa. 

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