Según apunta ‘Marca’, el centrocampista francés se retiró del entrenamiento previo al choque de Champions ante el Braga por unas molestias
La enfermería, en este comienzo de temporada para el Real Madrid, está siendo el gran talón de Aquiles del conjunto blanco. Las roturas de Militao y Courtois descartaron a dos pesos pesados del vestuario merengue para el resto de la temporada; la reciente lesión de Vini Jr le mantuvo alejado de los terrenos de juego más de un mes; Carvajal cayó lesionado a pocos días del derbi capital y no pudo jugar uno de los partidos más importantes de la competición nacional; Güler, una de las grandes ilusiones y esperanzas del madridismo, no hace si no recaer una y otra vez de una lesión que, hasta el momento, le ha impedido debutar con el Real Madrid…; y, como si esto fuera poco, ahora, en una semana crucial para el devenir del cuadro de Chamartín, Eduardo Camavinga deja en vilo a todo el madridismo.
Comenzando por contextualizar la situación, en el día de ayer, los muchachos de Carletto viajaron hasta Braga, se hospedaron en el lujoso hotel luso y, por la tarde, se ejercitaron en el Estadio Municipal de Braga, estadio que acogerá el partidazo en la noche de hoy y que se espera que roce el lleno con unas 30.000 personas.
Del asombro a la preocupación
La cara de los futbolistas blancos al pisar por primera vez el césped del feudo portugués era de asombro por la gran particularidad de este estadio y es que no cuenta con gradas en ninguno de los fondos, un factor peculiar, pero que ni mucho menos afecta a la estética de un estadio que desde dentro es absolutamente espectacular.
Camavinga y Tchouameni, como siempre, salieron juntos, charlando, riendo, con ese estilo inigualable que tanto les caracteriza y esa felicidad que llevan por bandera dos de los mejores centrocampistas de la próxima década. Además, durante los quince minutos de entrenamiento abiertos a la prensa pudimos ver un ambiente lúdico, buen rollo y mucha confianza a pocas horas de disputar una tercera jornada de Champions que puede suponer el billete directo del Real Madrid a los octavos de final de la mayor competición de clubes a nivel continental.
Todo parecía ir bien, según lo previsto, hasta que, de repente, saltó la noticia: Camavinga, acompañado por algunos médicos del club, se había retirado antes de tiempo del terreno de juego tras sentir molestias. Asimismo, cabe destacar que, cuando Edu salió de las instalaciones deportivas del Braga rumbo al autobús que les devolvería al hotel, ni mucho menos se le vio cojear o estar tocado.
Eduardo Camavinga, un futbolista vital para Carlo Ancelotti
A pesar de no ser titular indiscutible en el nuevo esquema del técnico italiano, sobre todo a causa del buen rendimiento que está aportando Toni Kroos en esa posición de volante, Eduardo Camavinga es uno de los futbolistas más importantes de la plantilla sin lugar a dudas.
El francés es uno de esos jugadores que, juegue donde juegue, siempre rinde a un nivel espectacular. Y no, no es que “cumpla”, como siempre suele decirse en estos casos, es que, jugando contra el Nápoles de lateral izquierdo, posición en la que él mismo ha reconocido que no le gusta jugar, es capaz de realizar un auténtico partidazo y ser uno de los hombres del encuentro.
Por todo ello, parece complejo que, si el mediocentro galo continúa lo más mínimo con esas dolencias, dispute algún minuto en la noche de hoy. Ancelotti ya advirtió en rueda de prensa que sorprendería con varas modificaciones en el once pensando en El Clásico y, sin duda, este parece motivo de sobra para volver a dar descanso al ‘12’ madridista y recuperarle al 100% para el choque ante el FC Barcelona.
