El Aston Villa, un equipo de autor

El Aston Villa es un equipo de autor. Un equipo reconocible en el juego, funcional en todas las líneas, competitivo y que consigue que los resultados acompañen, y, con ello, que persista la credibilidad del trabajo de Unai Emery, un entrenador de primer nivel con una pizarra infinita. El conjunto de Birmingham es actualmente el quinto clasificado de la Premier League, a un punto de distancia de posiciones de Champions League y a dos del líder. Su inicio de temporada les sitúa en el escalón de los más grandes: Manchester City, Arsenal, Liverpool y Tottenham.

Antes del parón de selecciones, el Aston Villa goleó por 6-1 al Brighton, un equipo reconocible con la iniciativa y con un juego de posición muy rico; ayer lo hizo por 4-1 ante el West Ham, otro equipo de la mitad alta de la clasificación que, en cambio, se desenvuelve mejor desde el repliegue en bloque bajo. En distintos contextos, el Villa superó a su rival a partir de una superioridad táctica impuesta por el plan de partido en concreto de Emery.

Los Villanos pretenden tener el control del partido a partir de la tenencia del balón, de manejar los ritmos del mismo y de defender con la línea defensiva alta. Son pacientes en los primeros pases para encontrar al hombre libre y salir con el balón jugado limpiamente y, a partir de ahí, transitar o ir progresando en el juego con fluidez desde el pase corto, la correcta ocupación de los espacios y el elegir el momento de aceleración hasta llegar a los últimos metros. Son un equipo que domina muchos registros con el balón, encuentra soluciones en ataque posicional y es dañino en transición. Por si fuera poco, también tiene muy trabajada la estrategia en las acciones a balón parado.  

En cuanto a la disposición de las piezas, el Aston Villa ocupa cuatro alturas distintas: los centrales Ezri Konsa y Pau Torres, centrocampistas de base del juego, donde Boubacar Kamara tiene un rol más posicional y de dar equilibrio que un Douglas Luiz con más recorrido y llegada al área rival, otros dos jugadores en intermedias, McGinn y Zaniolo, y dos delanteros con gran movilidad, capacidad para estirar el bloque y caer a las bandas, Diaby y Watkins. Los laterales Cash y Digne son los encargados de dar la amplitud y profundidad por fuera.

Todos tienen su rol claro y son importantes para el funcionamiento colectivo pero la figura clave del equipo es Ollie Watkins. Diferencial por su autosuficiencia con y sin balón, su capacidad y timing para estirar y amenazar a la última línea rival cuando debe, y de marcar las diferencias en los últimos metros por calidad técnica, dominio de ambas piernas y perfiles y facilidad para producir cifras: ya lleva diez goles producidos -cinco goles y cinco asistencias- en la Premier League, empatado en esta estadística con Haaland y solo superado por Salah. El delantero referencia que Emery siempre hubiera querido tener en su equipo.

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