Los balones parados fueron los encargados de dictaminar el resultado del partido
Con tres goles desde la esquina, dos de Demiral a favor de Turquía, y otro de Gregoritsch para Austria, el combinado otomano consigue un billete para enfrentarse a Países Bajos en la siguiente ronda.
Primera parte: Ventaja turca con Güler a los mandos
Si Turquía no es una de las aficiones más entregadas de esta Eurocopa, sin duda está en la pelea por el primer puesto, apretando y alentando a sus 11 guerreros otomanos desde mucho antes que el árbitro arranque la contienda. Así, obtuvieron la recompensa antes de que se cumpliera el primer minuto de juego; un córner botado por Arda Güler rebotaría hasta en tres futbolistas austriacos, acabando dentro de las mallas con Demiral como protagonista.
Con las bengalas prendidas en la grada de Turquía, Austria no se quedó atrás, y probaría suerte también desde el saque de esquina. Un centro de Schmid a media altura en el minuto 6 se pasearía por el área turca sin encontrar rematador, aunque Baumgartner estuvo a escasos centímetros de poner las tablas.
La acción no paró, pero sí que fue a menos tras unos primeros minutos frenéticos, y como si del minuto 1 se tratase, volveríamos a la misma esquina, con los mismos protagonistas, aunque con un desenlace distinto. A la media hora de partido, el remate de Demiral a centro de Güler no cogería portería, y se marcharía por encima del travesaño.
Segunda parte: Los pupilos de Rangnick ganaron la batalla, pero no la guerra
Con el resultado adverso, le tocaría remar contra corriente en la segunda parte al combinado de Ralf Rangnick, para intentar obtener un cupo para los cuartos de final. Así, el técnico austriaco introduciría dos sustituciones en el descanso para intentar remontar el resultado, haciendo ingresar así al delantero Gregoritsch y al carrilero izquierdo Alexander Prass.
Con la reanudación del juego, podemos decir que Austria fue la que más determinada salió a llevarse el partido, aunque los turcos no iban a dejar escapar el liderato tan fácilmente.
Arnautović, como capitán, intentó de todos modos liderar a su equipo a cuartos de final, y en el minuto 55 tuvo la jugada más clara. Un balón profundo a la carrera del delantero del Inter de Milán lo dejaría cara a cara con Mert Günok, el portero turco, aunque la acción acabaría siendo invalidada por fuera de juego.
El destino puede tener ciertos caprichos de vez en cuando, y esta vez quiso que la historia se repitiera otra vez. Otro saque de esquina antes de llegar a la hora de partido, con Arda Güler como ejecutor, encontraría esta vez la cabeza de Demiral de manera directa, para que el central firmara su «doblete» particular.
Por mucho que Austria se viera fuera de la Euro nunca se darían por vencidos, y desde el córner, otra vez, acortarían distancias. Un saque botado por Sabitzer sería desviado por Posch y acabaría siendo Gregoritsch el que pondría el 2-1.
Con el paso del tiempo, Turquía se ahogaba en su propia área, y daba pie a que Austria se lo creyera cada vez más. Llegando casi al final del tiempo reglamentario, otro córner botado por Sabitzer volvería a encontrar la cabeza de Baumgartner, aunque el remate del delantero austriaco no se acercaría a portería.
Y para acabar el partido, otra vez Baumgartner sería protagonista. Otro centro lateral acabaría con un remate suyo, pero con una mano más que providencial, Günok sellaría el pase de Turquía a cuartos.