Hoy que anuncias tu retirada muchos se quedarán con el recuerdo de tu paso por el Real Madrid, sin pena ni gloria. 7 goles y 12 asistencias en 76 partidos cuando pagaron por ti 115M€ – según Transfermarkt – hace que los autodenominados seguidores del Real Madrid, esa gran masa social en el mundo del fútbol que se guía más por los resultados que por el propio fútbol, te mire como un jugador más en su dilatada historia.
Pero no, Eden, tú no eres un jugador más, has sido y serás historia de este deporte. Cambiaste la Premier League en tus 7 años en el Chelsea ganando dos campeonatos con los blues y uno para el Leicester City, con tu gol al Tottenham que certificó el título por el que hoy te escribo.
Tu legado no se pudo consolidar en el Santiago Bernabéu, por lo que aquel posible Balón de Oro que vimos en la Premier League, donde brillaste durante tus siete años en el Chelsea se perderá.
Ganaste dos títulos de liga con los Blues y tu gol ante el Tottenham, que aseguró el título para el Leicester City, se ha convertido en un momento icónico.
Agradecimientos por algo que ni era para ti
Como seguidor de la Premier League antes de convertirme en un fan de los foxes, disfrutaba viéndote desafiar a las defensas rivales, incluso a las de mi propio equipo en ocasiones.
Tu habilidad para desequilibrar, crear oportunidades y marcar en momentos cruciales como aquella noche del 2 de mayo de 2016 hará que nunca te olvide, ni yo ni nadie en Leicestershire.
A pesar de las lesiones que limitaron lo que ahora te haría ser uno de los mejores de la historia, tu legado es innegable. Dejas una huella imborrable en la historia del fútbol, y tu nombre siempre será recordado con admiración y cariño, tanto por aficionados del Chelsea como por los del Leicester.
Gracias, Eden Hazard, por tu contribución al fútbol.
