Según la información de Paco Buyo, el astro francés del PSG, recogerá el testigo de Luka Modric luciendo el número ‘10’
Cuando las aguas, por fin, parecían calmadas por Chamartín, el huracán Kylian Mbappé ha vuelto para ponerlo todo patas arriba. Sus gestos de descontento e impotencia durante la gala del ‘Balón de Oro’ se convirtieron en una increíble sonrisa y un gesto cómplice cuando José Álvarez, colaborador de ‘El Chiringuito’, le preguntó por el Real Madrid.
A pesar de todo el sueño de Kylian Mbappé sigue siendo vestir de blanco, eso está claro. La verdadera pregunta en estos momentos es si, realmente, una entidad como la madridista debería soportar y aguantar tanto de un futbolista por muy bueno que sea.
“El PSG se siente protegido”
El Real Madrid, durante el último verano, siempre se mantuvo firme en que el astro francés no llegaría a la capital española hasta 2024. Tanto es así que el propio Florentino Pérez confirmó estos presagios tras ser preguntado por un joven aficionado, en un tiktok que acabó dando la vuelta al mundo.
Asimismo, las últimas informaciones sobre Kylian, según apunta Juanfe Sanz, reflejan la tranquilidad de la entidad parisina, puesto que se sienten protegidos y creen que, ocurra lo que ocurra, ellos saldrán beneficiados. Esto supone, tal y como expuso el tertuliano de ‘El Chiringuito’, que Mbappé estaría dispuesto a ceder una parte de su prima de fichaje al PSG para contentar a todas las partes.
“Kylian Mbappé llevará el ‘10’ en el Real Madrid”
Así pues, tras la exclusiva de Juanfe el miércoles, en la noche de ayer Paco Buyo volvía a sorprender con una noticia de última hora y es que, según el legendario guardameta del Real Madrid que guarda estrechas relaciones con Nasser Al-Khelaïfi, el fichaje de la estrella del PSG está cerrado para junio de 2024 y, además, Mbappé heredará el dorsal del mejor centrocampista de la historia, poniéndose el ‘10’ a sus espaldas.
Sea como fuere, la gran duda que sobrevuela con respecto a este fichaje galáctico es cómo recibirá una de las aficiones más exigentes del mundo a un chico que lleva varios años jugando con los sentimientos y las ilusiones de todos los madridistas; a un chaval que optó por la jaula de oro y la zona de confort aparcando su sueño de niño; y, sobre todo, a un jugador que fue capaz de esbozar una sonrisa mientras escuchaba cánticos ofensivos contra ese club del que, según parece, comenzará a formar parte este mismo verano.
