En la segunda mitad, el conjunto blanco no pudo empezar mejor: en la primera ocasión clara del partido, Joselu aprovechó un balón rechazado de Djené (que, de no haber sido gol, hubiese sido penalti), y batió a David Soria a escasos dos metros de la portería. El gol fue revisado durante dos minutos, pero finalmente Melero López decretó gol del delantero español.
En el 53, tuvo una doble ocasión Toni Kroos, que estuvo a punto de poner por delante al conjunto blanco: primero disparó al palo desde fuera del área, y después adivinó David Soria, cuando parecía que el balón entraba en la portería. Apenas 3 minutos después, la tuvo el Getafe, con un disparo de Aleñá después de una buena jugada colectiva, pero el disparo del catalán lo sacó Kepa, y evitó que el Getafe se pusiera por delante.
En el 64, el Real Madrid volvió a encontrarse con la madera, esta vez a tiro de Carvajal, que vio la oportunidad de tirar al ver a Soria un poco adelantado, pero su disparo se estrelló en la madera. Un minuto después, volvió a salvar David Soria al Getafe, con una mano abajo extraordinaria tras un disparo de Joselu. El portero azulón estaba firmando uno de sus mejores partidos en el Bernabeú, salvando al conjunto azulón en más de una ocasión.
Los minutos pasaban en el Bernabéu, y el conjunto blanco buscaba con insistencia la portería azulona. Pero el conjunto madridista no conseguía encontrar el gol que les mantuviese en la senda de la victoria.
En el 91, volvió a tener una nueva ocasión el conjunto blanco, de nuevo en las botas de Toni Kroos, pero volvió a blocar David Soria con seguridad. En el 94, apareció Bellingham para seguir con una racha goleadora que ilusiona al madridismo. David Soria no logró blocar el balón, a pesar de que el disparo de Lucas Vázquez no entrañaba gran dificultad, pero ahí estuvo el inglés para aprovechar el rechace, y poner el 2-1 en el marcador. En el 99, volvió a dar al palo Rodrygo Goes, tras un disparo en el último minuto de partido.
Llegados al 100, el Real Madrid confirmó su cuarta victoria en cuatro partidos, y la primera del nuevo Santiago Bernabéu. A pesar de los esfuerzos de los azulones, volvieron a salir con las manos vacías del coliseo blanco, costándole muy caros dos fallos defensivos.