Buscando la octava victoria en La Liga, el Barcelona llegaba con un once plagado de canteranos debido a las rotaciones y las lesiones. Una primera parte dominada por los navarros que pusieron el 2-0 en el primer tiempo impidió remontar a los culés, que a pesar de la mejoría en la segunda mitad no pudo remontar el resultado adverso y pierde tres puntos cruciales a la espera del Derbi Madrileño.
Durante los primeros minutos el Barcelona se mantuvo sólido con balón a la par que exigido por la presión del equipo navarro. Pero durante el primer cuarto de hora los culés tuvieron el esférico durante la mayor parte del tiempo, jugando con posesión tal y como están acostumbrados.
Fue en el minuto 18 cuando llegó el primer gol. Encaró Bryan Zaragoza por la izquierda, defendido por Koundé, pero el francés no llega a cerrar del todo al ex del Granada que saca un centro magnífico para el remate de cabeza de Budimir, abriendo el marcador en El Sadar. Tras el primer gol, Osasuna no bajó el ritmo y siguió haciendo su partido, presión alta y constante dificultando la salida de balón del Barça, que a pesar de ser uno de los puntos fuertes de este equipo, el juego de Flick se vio mermado por la muralla de camisetas rojas con las que se encontraban los culés cada vez que rebasaban el centro del campo.
La intensidad de Osasuna daba sus frutos, en el minuto 28 una recuperación en el centro del campo daba lugar a un excelente pase en profundidad de Pablo Ibáñez para Bryan Zaragoza, que tras una carrera magnífica finaliza en uno contra uno dejando a Iñaki Peña en el suelo con una pisada digna de museo, para posteriormente finalizar a puerta vacía.
El gol fue protestado por los de Flick, que se quejaban de un pisotón al recuperar el balón que propició el segundo gol de Osasuna. Es claro que Pablo Ibáñez pisa a Pau Víctor, pero también es cierto que primero toca balón, por lo que se intuye que Pizarro Gómez decidió dar prioridad al primer toque al ver la jugada repetida desde el VAR, aunque la acción es muy controvertida.
Seguían pasando los minutos y el Barça continuaba sin ideas en ataque. El centro del campo parecía prácticamente inexistente, tan solo Pedri mostró su calidad en algunas ocasiones, mientras que Eric García y Pablo Torre se mostraban incapaces de sacar el balón y conectar con los atacantes. En un intento de buscar verticalidad, Koundé cogió mucha más altura y fue Eric García quien actuó como tercer central junto con Cubarsí y Sergi Domínguez, que en ocasiones se acercaba al centro del campo para impulsar la creación de juego.
Tras los primeros 45 minutos, el Barça no creó ocasiones de gol y no supo encontrar la verticalidad y la velocidad en el juego de la que sí gozaba Osasuna. El Barcelona dispuso de mayor posesión pero se mantenía inofensivo, sin crear peligro para la defensa pamplonesa. La desconexión entre el centro del campo y la delantera era muy evidente, al igual que la lentitud en la construcción y la ausencia de verticalidad. Tras los primeros 45 minutos, el Barça no creó ocasiones de gol y no supo encontrar la verticalidad y la velocidad en el juego de la que sí gozaba Osasuna.
La segunda mitad daba comienzo con los mismos 22 protagonistas, se podían esperar cambios por parte de Flick ante la pasividad de los suyos, pero el técnico germano decidió confiar en el once que sacó de inicio. Los primeros minutos de la segunda parte fueron idénticos a los últimos de la primera, la parsimonia a la hora de buscar pases por parte del Barcelona contribuía a la comodidad de un Osasuna que estaba muy bien asentado atrás.
Alrededor del minuto 51 el Barça empezó a despertar tras una ocasión clarísima de Lewandowski que quedó repelida por Sergio Herrera. Solamente dos minutos después, una recuperación en campo contrario de Gerard Martín propició el 2-1 que llegaba por obra de Pau Víctor, que disparó desde fuera del área a puerta vacía tomando ventaja de la mala colocación de Herrera. El gol fue un claro punto de inflexión para el Barcelona, que empezaba a encontrarse cómodo en ataque. Aprovechando la mejoría de su equipo, Flick introdujo al campo a Lamine Yamal y Raphinha, Vicente Moreno también aprovechó la ventana de cambios para meter a Rubén Peña que tomó la banda izquierda para reforzar la defensa a Lamine, por lo que Bryan Zaragoza se vio desplazado al costado derecho.
Conforme avanzaban los minutos el Barça se acercaba más al empate, pero el Osasuna se aproximaba también a la portería rival y continuaba creando ocasiones de peligro. En el minuto 70, sorprendentemente Lewandowski se sentó por Marc Casadó y en un segundo cambio Balde ocupó el lateral izquierdo en vez de Gerard Martín.
Tan solo un minuto después el partido se ponía muy cuesta arriba para los culés, una contra de Osasuna iniciada por un pase en profundidad de Bryan Zaragoza, seguido de una carrera de Areso para un posterior centro raso a Budimir, que se vio arrollado por Sergi Domínguez, que quizá pecando de impulsividad e inexperiencia comete un error grosero que provoca un penalti y por ende el tercer gol de los navarros y el segundo del croata en el encuentro.
Con dos goles de ventaja, como era de esperar, el plan de juego de los de Vicente Moreno se orientó hacia mantener el resultado mediante una defensa sólida, buscando encerrarse atrás durante los 20 minutos que restaban de encuentro. Por ello en el minuto 77 el técnico valenciano sacó a sus dos grandes armas ofensivas, Ante Budimir y Bryan Zaragoza.
Este segundo fue sustituido por Abel Bretones, que a los ocho minutos de entrar al verde le arrebató el balón a Lamine cerca del área para dar un zapatazo cuando la pelota aún estaba en el aire y enviar un misil al palo izquierdo de Iñaki Peña. Cuatro minutos después Lamine replicó con un gol asombroso desde fuera del área que entró por la escuadra. En los últimos instantes un remate de cabeza de Ferrán Torres se estrelló contra la madera.
El Barcelona siguió intentando atacar buscando una remontada prácticamente imposible que así fue, Osasuna se llevó tres puntos más para su casillero en el que ya suman 14, colocándose sextos en la tabla y rompiendo la racha de Flick.