La selección brasileña está presentando un nivel muy por debajo de las expectativas. A pesar de que cuenta con grandes nombres, la Canarinha no termina de funcionar, y una nueva medida que quiere implantar el presidente brasileño podría perjudicar considerablemente a su selección.
Brasil está jugando muy por debajo de sus posibilidades desde hace tiempo; el bajo nivel de las estrellas como Vinicius, Rodrygo o Raphinha cuando visten la camiseta del combinado nacional viene siendo criticado desde hace tiempo por los medios brasileños. En general, todas las grandes figuras brasileñas que juegan en Europa tienen un nivel mayor con sus clubes que con la selección. El descontento es tal que incluso el presidente del país se ha pronunciado al respecto.
¿No hay ‘cracks’ brasileños?
Lula Da Silva; presidente de la República Federativa de Brasil, encendió las alarmas en el país tras unas polémicas declaraciones al término del encuentro Chile y Brasil que terminaron ganando los pentacampeones del mundo por 1-2. El presidente brasileño pide que solo se convoquen a jugadores que juegan el país para vestir la camiseta de la selección. “No hay ningún crack. […] Los que están fuera no son mejores que los que están aquí”; afirmaba Lula en una entrevista de una radio brasileña.
Las declaraciones vienen tras la remontada protagonizada por Luiz Henrique e Igor Jesús, ambos pertenecientes a equipos del Brasileirão. El presidente continuó diciendo que actualmente no hay “ningún Garrincha ni Romário” en equipos extranjeros, solo “un montón de jóvenes que aún no son cracks.[…] En Brasil hay jugadores buenos y de la misma calidad (que los que están fuera), entonces den oportunidades a los que están aquí”.
Lula Da Silva confirmó haberse reunido con Ednaldo Rodrigues; el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, para transmitirle su deseo de ver una selección nacional conformada únicamente por futbolistas del Campeonato Brasileño.
En Brasil no hay suficiente
Claramente las declaraciones y la idea del presidente brasileño tienen un trasfondo más político que deportivo. En la última convocatoria de Brasil, 19 de los 23 jugadores pertenecen a clubes extranjeros, un número que se hubiera visto aumentado si Vinicius, Militao o Bremer estuviesen sanos.
En Brasil existe un nivel alto en cuanto a individualidades. Numerosos clubes exploran el Brasileirão en busca de jóvenes talentos, pero la inmensa mayoría de los grandes brasileños de la historia han jugado en las ligas europeas. Si se decide dejar de convocar a las estrellas brasileñas para sustituirlas por jugadores del campeonato nacional, estaríamos ante la peor Canarinha de la historia.