La derrota del Sevilla en Lens confirmó el constante debacle deportivo que están viviendo actualmente. Una debacle que va cuesta abajo y sin frenos, sin que nadie este pudiendo remediar la situación e incluso cuando caes en Europa. Los datos que refleja el equipo en seis partidos de la fase de grupos de la Champions League con ninguna victoria conseguida es de una participación decadente, comparado a lo que venía haciendo el Sevilla años atrás en competiciones europeas. Hasta tal punto de que no haya sido capaz de alcanzar el tercer puesto que da acceso a la UEFA Europa League.
Lo que si es cierto, es que quizás esto sea el fin del ciclo más glorioso de la entidad, ya que los de Nervión tras una década después no podrán disputar una competición europea en el segundo tramo de la temporada. La última vez que ocurrió esto fue en la temporada 12/13, donde directamente el club blanquirrojo no participó en ninguna competición que no fuera la domestica al no clasificarse en la campaña 11/12.
Se suma también, el gran dilema que tienen en la competición liguera, porque actualmente están decimosextos, aunque mantienen la esperanza de que en Copa del Rey se agarren a un milagro para volver a recorrer el continente la temporada que viene, estando ahora mismo en dieciseisavos de final.
¿Una reconstrucción puede ser la solución?
Actualmente, todo el club en general es una hecatombe sin ningún rumbo fijo, el cual no parece tener una solución inmediata y que tendrán que tener paciencia para volver a lo que han sido hace seis meses como levantando otro título de la UEFA Europa League. Desde el club nunca han querido dar por cerrado este ciclo glorioso de estos últimos 18 años e intentar renovarlo, pero ayer fue la gota que culminó el vaso siendo eliminados de Europa en diciembre.
El Sevilla FC debe de volver al sendero que en su día le dio gloria. Andando sin miedo y no tomando atajos para salvar pequeños baches sobre el camino totalmente improvisados, los cuales al fin al cabo de una manera u otra han acabado mal en estas dos últimas temporadas. Diego Alonso, hasta el momento no está dando con la tecla de la victoria, a pesar de que el equipo está mejorando partido tras partido pero la poca contundencia en las áreas, te acaba apagando esa mejoría sin conseguir una buena racha resultados.
El cambio de entrenador hasta ahora no se baraja, dando como una nueva final al técnico uruguayo ante el Getafe en el Ramón Sánchez-Pizjuán. La directiva del club siguen confiando que es el hombre indicado para que pueda de una vez por todas enderezar el camino. Sin embargo, una derrota podría desatar aún más la inestabilidad en la que esta ahora mismo el Sevilla.
Por lo que tendrán que asumir que esta pueda ser una campaña de transición, para que en la siguiente comiencen de nuevo para encontrar la estabilidad que tanto anhelan, aunque deben de aceptar que ningún equipo campeón se construyó en una temporada y que los verdaderos protagonistas están sobre el césped y en las gradas, no en los despachos.
