El Santiago Bernabéu ha sido testigo directo de la lucha contra el racismo que han llevado a cabo España y Brasil. Ambas selecciones se han visto las caras en un amistoso en la casa habitual de Vinicius, quien ha sido protagonista absoluto en un encuentro con un claro mensaje: no al racismo
El estadio Santiago Bernabéu ha sido testigo de la lucha contra el racismo. Los numerosos casos de insultos xenófobos a Vinicius en los campos españoles ha provocado que España y Brasil se dieran cita en la casa del madridista para organizar una fiesta con fútbol de por medio para combatir esta lacra social.
La casa habitual del ‘7’ blanco ha respondido con nota arropando a su estrella, aunque esta vez como rival deportivo. Aplausos, ovaciones y ánimos se han escuchado en las gradas del templo madridista tras aquella famosa rueda de prensa en la que el ex de Flamengo se derrumbó al recordar episodios racistas en campos rivales.
Por ello, el atacante portó el brazalete de capitán desde que saltó al terreno de juego, siendo la figura en la que se centraron todos los focos. En lo deportivo, la escuadra entrenada por Dorival Júnior llegó a la capital española tras vencer por la mínima en Wembley a Inglaterra gracias al único tanto de Endrick. Los de De la Fuente, por su parte, cayeron en Londres también a manos de Colombia, quedando su imagen tocada a poco menos de tres meses del inicio de la Eurocopa.
Inicio vibrante de España
El combinado local saltó al césped una marcha por encima de su rival. Después de caer frente a Colombia, la Selección Española abordó este segundo encuentro con una presión alta sobre la salida de balón que surgió efecto gracias a las indecisiones de los brasileños en la medular.
Lamine Yamal era una bala por la derecha y Nico Williams hacía mucho daño por izquierda. Además, la posición de Olmo detrás del delantero ayudaba a que España saliera con más calidad rumbo a portería enemiga. El primero del encuentro llegaría desde el punto de penalti, después de que el barcelonista de 16 años driblara hasta en dos ocasiones dentro del área hasta ser derribado. Eso sí, una pena máxima muy dudosa.
Rodri Hernández, hoy capitán tras un bonito gesto de Morata después del fallecimiento del abuelo del mediocentro, chutó al centro para inaugurar el marcador en el minuto 12. Brazos al cielo y dedicatoria especial por parte del futbolista del Manchester City. El 1-0 no despejó las dudas de la ‘Canarinha’, que seguía errática y con Rodrygo y Vinicius como principales motivos de peligro.
Sin embargo, el que se disfrazó de brasileño juguetón y gambeteador fue Dani Olmo. Si antes destacábamos esta posición, antes nos deleitaba con una obra de arte. El jugador del RB Leipzig entró al área, le tiró un caño espectacular a Beraldo con un cambio de pies incluido, volvió a recortar ante Bruno Guimaraes y la puso al palo largo con un zurdazo.
Todo parecía perfecto para alcanzar el descanso con portería a cero, pero Unai Simón fue el encargado de que esto no fuera del todo así. El meta vasco volvió a sembrar la duda en la afición española respecto a su juego de pies y se la regaló a un Rodrygo que tan solo tuvo que levantarla por encima para recortar distancias en el electrónico. El ’10’ rompe así una mala racha larguísima sin ver puerta.
Descontrol, aparición de Endrick y ovación a Vinicius
El inicio de la segunda mitad tuvo a Brasil un poco mejor que los locales. El goleador ante Inglaterra, Endrick, entró al que será su futuro estadio y poco tardó para marcar su primer gol en ese césped. A la salida de un córner, en el 50′, cazó un balón dentro del área y anotó el 2-2 tras un rechace de la zaga española.
La temperatura subió entre los 22 futbolistas con algunas entradas y jugadas que hacían que los futbolistas se encarasen. Dorival Júnior le dio descanso a Vinicius a falta de 20 minutos para el final y el Bernabéu despidió entre aplausos a la estrella brasileña. Los minutos pasaron y ambos seleccionadores cambiaron piezas y dieron entrada a algunos de los suplentes.
Sin embargo, en una jugada aislada en el tramo final del choque, Lamine Yamal cedió con el exterior un balón hacia Carvajal, que tocó ligeramente la pelota antes de Beraldo, que se lo llevó por delante, y el árbitro señaló el punto fatídico. Los brasileños entraron en cólera y no se creían la decisión del colegiado. Nuevamente, Rodri adelantó a España con un disparo cruzado y puso el 3-2 definitivo en el marcador.
El final no invitaba a la confianza para el combinado español y los cinco minutos de descuento depararon en un penalti final por parte de Carvajal a Galeno. El lateral no dejó levantarse a su adversario y el trencilla señaló una nueva pena máxima, la tercera del partido. Lucas Paquetá, con toda la calma del mundo, engañó a Unai Simón y dejó el choque en empate a tres
Finalmente, 3-3 en un duelo en el que la lucha contra el racismo fue la protagonista, aunque de amistoso poco tal y como se vio en la intensidad del duelo y las feas entradas por parte de los visitantes. Muchas fueron las ocasiones en las que los jugadores se encararon por las patadas a destiempo y por detrás de los brasileños. En lo deportivo, España finaliza este parón de selecciones sin ninguna victoria, dejando en el aire la duda tras el tropiezo contra Colombia con la Eurocopa en el horizonte.
