España completa su venganza ante Italia tras dos eliminaciones consecutivas en la Eurocopa y se mantiene líder del Grupo B
Un gol en propia portería de Calafiori en el 55’ da alas a los de La Fuente, que ya se afianzan con la primera plaza de su cuadro.
Italia, por su parte, mantuvo un bloque bajo durante todo el encuentro y acabó sucumbiendo ante las embestidas del cuadro español. De esta manera, España rompe el maleficio que tenía ante Italia en las últimas dos Eurocopas (2016 y 2020), campeonatos en los que cayó precisamente eliminado ante el combinado azzurri.
Primera parte: tanteo de España ante el muro italiano
Gelsenkirchen albergó un clásico europeo que comenzó sin riesgos. Ni Italia ni España quisieron hacerse daño en los primeros compases del encuentro, aunque esta última sí que asumió más riesgos y produjo más ocasiones de gol.
La primeras oportunidades de gol más evidentes para ‘La Roja’ llegaron a los 20 minutos de las botas de Morata, quien se topó con Donnarumma, y más tarde de Fabián, que quiso sorprender al guardameta italiano con un latigazo desde la frontal del área.
El juego empezó a trabarse tras una concatenación de faltas por ambos equipos. La intensidad predominó en el último tercio de la primera mitad e italianos y españoles no acabaron de desplegar su fútbol en su mayor expresión.
Por lo que concluyó el primer periodo con menos ocasiones de gol que los minutos iniciales y con una España más cómoda con el dominio de balón ante una Italia parapetada en campo propio. La peor noticia del encuentro hasta el momento era la tarjeta amarilla que vio Rodri por protestar al colegiado, puesto que el pivote no podrá disputar el próximo enfrentamiento ante Albania por acumulación.
Segunda parte: Lamine sacó los pasos prohibidos
España insistía en su afán de ver portería y mover el electrónico, aunque sorpresivamente lo logró gracias a la propia Italia. Concretamente por Calafiori, que introdujo el balón en su propia portería tras un rechace de Donnarumma en el minuto 55 para darle el 1-0 a España.
Acto seguido, la tres veces campeona de Europa se desató. Sobre todo por el extremo de Lamine Yamal, quien desconcertó como quiso con la zaga italiana con su malabarismo en la línea de cal.
El combinado español quería más y así lo demostró Nico con un disparo inapelable desde el vértice del área que estalló en la cruceta y enmudeció a todo el estadio. Y es que la banda de Nico y Cucurella fue un auténtico quebradero de cabeza para los azzurri, tanto por la electricidad y descaro del extremo como por la contundencia defensiva del lateral catalán.
Luis de la Fuente introdujo varias modificaciones en el esquema para oxigenar al equipo, mismamente que Spalletti. Aunque apenas influyó en el desenlace de un encuentro que España mereció de cabo a rabo.