Corría el verano de 2011, y la provincia de Málaga estaba alucinada con lo que estaba logrando el equipo de su tierra. Hacía unos meses que habían aterrizado en Martiricos el recién destituido entrenador del Real Madrid, Manuel Pellegrini, la gran «bestia» Baptista y un estelar Demichelis. A esos nombres se unieron personajes de la talla de Joaquín, Toulalan, Ruud Van Nistelrooy o un incipiente Isco Alarcón, pero en la Costa del Sol destacó un bajito que lucía el número 12.
Si siempre se dice que el “12” es la afición, en aquel caso se reforzaba esa idea. El rostro de Santi Cazorla irradiaba felicidad y alegría, con una sonrisa siempre presente, al igual que en las gradas de La Rosaleda cada vez que le veían hacer una genialidad con el balón en los pies.
Este sábado regresa Cazorla a La Rosaleda, y para muchos vuelve uno de los mejores lanzadores de falta de la historia del club. Para muchos está la zurda de Duda liderando ese ranking, pero para la eternidad queda la falta que tiró el asturiano en el Bernabéu para empatar sobre la bocina el encuentro o las diabluras que hacía cada vez que se enfundaba la camiseta color cereza, que ha quedado como santo y seña del paso del hombre de la sonrisa eterna por la Costa del Sol.
Fichaje de relumbrón
Este retorno de Cazorla a Martiricos va a ser su primera vez como visitante desde que se marchó, pero nada ha cambiado desde que dejase Málaga por Londres. En su llegada al proyecto del “EuroMálaga” se convirtió en el fichaje más caro de la historia del club, hito que sigue vigente y no parece que la situación del cuadro boquerón vaya a derivar en una incorporación que conlleve un mayor desembolso.
Intocable
El dato económico fue clave en su etapa en Málaga, pero también lo fue su rendimiento deportivo. La confianza de Pellegrini y la cúpula deportiva en el asturiano fue total, y esto se demostró cuando pusieron sobre su espalda el peso del equipo. Cazorla era el timón del cuadro blanquiazul y el líder que decidía qué marcha ponían los boquerones, pero también logró en la Costa del Sol un hecho insólito.
La temporada 2011-2012 ha sido la única en la que Cazorla ha disputado todos los partidos de liga como titular, completando 38 jornadas en el equipo inicial. Además, disputó todos los partidos de la Copa del Rey, aunque en el torneo del K.O. partió como suplente en dos de ellos. Esto evidencia la importancia que tuvo Cazorla en aquel equipo y siembra la duda de qué habría pasado en el caso de haber podido seguir en Málaga durante la temporada en que los de Pellegrini disputaron la Champions.
