El malagueño vuelve a exhibirse ante los culés tras varios meses de sequía goleadora
El Bryan del que todos disfrutaban ha vuelto. Ese jugador pícaro, con ganas de revolucionar los partidos y, sobre todo, con olfato goleador. Otra clase maestra ayer ante el Barça (4-2) con gol y asistencia, como ya lo hizo ante el Granada el año pasado, participando en otros dos goles. El jugador cedido por el Bayern no anotaba desde el 3 de enero ante el Cádiz, cuando aún vestía la camiseta del Granada.
Bryan soltó toda la pólvora en la primera parte. Primero con un gran centro hacia Budimir, autor del primer gol, y luego finalizando un mano a mano en el que sorteó a Iñaki Peña pisando el balón como si de fútbol sala se tratase. Virguerías de calle que pocos tienen, o eso aseguró tras ser preguntado. «Sale de mí. La tengo. No se aprende, eso se tiene y yo lo tengo».
Calma tras la tormenta en Múnich
El malagueño no tuvo suerte en Múnich. El fútbol, el idioma y el ambiente eran distintos. El Bayern se fijó en él tras una primera parte de temporada de ensueño. El líder de aquel Granada y convocado por Luis de la Fuente para la selección española. Todo parecía de película, pero las cosas se torcieron. Todo estaba sucediendo más rápido de lo normal.
La idea del Bayern era contar con él a partir de la presente temporada, pero las lesiones en ataque hizo tomar a la directiva la precipitada decisión de ficharlo para el mercado invernal. Ni Tuchel contaba con el jugador, ni el jugador estaba cómodo. Y entre unas cosas y otras, el jugador acabó saliendo cedido esta temporada a Osasuna, donde está siendo importantísimo para Vicente Moreno.
Muy pronto para pensar en el Bayern
Más allá de que volvería a Múnich en verano, Bryan tiene claro que hay que pensar en el presente. «Estoy donde quiero estar. Llegué al Bayern con 10 o 12 partidos en primera y una buena temporada en segunda. Son clubes top y para llegar ahí hay que consolidarse primero en otros equipos», afirmó el jugador rojillo. Volver donde había empezado a brillar era la mejor opción y lo está demostrando.
Bajo la duda de si puede consagrarse en un «top mundial», está claro que, de seguir en este estado de forma, tiene lo necesario para ser uno de los jugadores a seguir en esta liga. Protagonismo, carácter, desborde, magia y mucho gol. Ayer fue el pilar clave de un Osasuna que, tras el triunfo de ayer, se colocan sextos y empiezan a pensar en volver a Europa como lo hicieron hace dos temporadas.