Sí, otra vez. Una vez más se asoman aquellos fantasmas, los cuales al inicio de la pasada campaña empezaban a dar ese temor a que el club se estaba hundiendo en su propio barco con el total control de su manivela.
Todo eso a pesar de que en el día de ayer, se jugó especialmente como pide José Luis Mendilibar, es decir, estar en campo contrario desplegando una buena presión y poniendo al Girona en la mayoría de ocasiones en un apuro para poder sacar la pelota jugada. Sin embargo, todo lo trabajado y mostrado en el día de ayer no valió para poder volver a tener la sensación de saborear tres puntos de oro con el objetivo de encaminar un nuevo rumbo, pero la fragilidad defensiva y un error fraudulento atrás dejaron con mucho sufrimiento a la afición, porque ahora mismo el conjunto sevillista se encuentra sin saber lo que es ganar ni empatar en lo que llevamos de temporada. También, alegar de que las decisiones arbitrales les jugaron en contra con acciones polémicas que pudieron cambiar el rumbo del encuentro y por supuesto, el resultado.
UNA DERROTA EN LA QUE MERECIERON MÁS
El primer tiempo vivido ayer en el Sánchez-Pizjuán, empezó con un Sevilla distinto (visto lo visto los anteriores partidos), ya que salió a comerse al rival con una buena presión alta en salida del balón del rival, para así buscar el primer gol constamente. Aspecto el cual, los de Míchel supieron aguantar los primeros 25 minutos, que a base de varias posesiones largas pudieron tranquilizar la presión sevillista, donde poco a poco fueron buscando la manera de llegar a campo rival. Tanto fue así, que con internadas en banda izquierda por parte de Savio, en las que cada vez que podía desequilibraba a la defensa nervionense y en una de esas, provocó un saque de esquina que acabaría en gol de Yangel Herrera tras un rebote en el área pequeña.
Los andaluces tras el gol encajado, reaccionaron bastante bien volviendo incluso, a tener el protagonismo de los primeros 25 minutos y casi, al filo de que el cuarto arbitró mostrará el descuento en el cartelón, Gudelj empataba el partido con un gol muy similar al de Herrera, también en un córner. Después del gol, el Sevilla en los cuatros minutos de descuento tuvieron posibilidades de remontar, terminando la primera mitad con la sensación de que el equipo debía de atar el partido en la segunda parte fuese como fuese.
En el segundo período, empezó con buen pie para los hispalenses teniendo ocasiones en los diez primeros minutos, pero no sirvió de mucho porque en la primera llegada albirroja pusieron el 1-2, tras un error grave de Iván Rakitic que regalaba una segunda jugada, que aprovecharon como agua de mayo. A pesar del batacazo del segundo gol, el equipo tiró para adelante con garra y decisión de poner las tablas en el marcador en todo lo que quedaba de partido. Sin embargo, un gol anulado y un penalti en el cual, el colegiado pitó en primeras instancias, pero luego lo negaba, dejó a un Sevilla a la desesperada en los últimos 15 minutos, en los que no pudo hacer más.
Este equipo, actitud no le faltó ayer pero ante una defensa frágil y que da la sensación de que cada vez que te llegan, te lleves las manos a la cabeza. Por lo que ahora mismo, es muy preocupante pero esos errores son muy corregibles, ya que todo acaba de arrancar. También comentar, que todavía quedan 4 días de mercado y no sospecha cualquier salida o entrada en el club.