Una vez más, exactamente, una vez más, el Real Madrid lo volvió a hacer. Un partido que arrancaban los blancos dos goles abajo y que acaba con goleada en el Santiago Bernabéu
Una vez más, por muy imposible que parezca cada vez que ocurre, la mística y la magia del Santiago Bernabéu se apoderaron del fútbol durante 94 minutos. Nadie sabe qué tiene este estadio que simplemente con nombrarlo, a uno se le pone la piel de gallina. Una energía diferente, un aura que ningún otro estadio en el mundo es capaz de desprender. Un lugar donde, por muy repetitivo que suene, lo imposible cobra vida y se convierte en posible. Hoy se ha vuelto a ver y una vez más, los de Carlo Ancelotti demuestran de lo que son capaces y que han llegado para levantar la decimosexta.
Lo hemos visto en numerosas ocasiones, y por muy surrealista que parezca, sigue ocurriendo. Un partido en el que el conjunto merengue hace, de nuevo, un partido muy irregular hasta el minuto 60′ de encuentro. Una hora en la que los de Ancelotti encajan dos goles y dejando unas sensaciones muy pobres con una sonora pitada por parte del feudo blanco. Pero es que, a pesar de que el ambiente en las gradas no era el idóneo para una remontada, en el fondo del corazón de cada madridista estaba ese objetivo de darle la vuelta al electrónico.
Como bien dijeron Ancelotti y Vinicius al acabar el encuentro, en el vestuario merengue, durante el descanso yendo dos goles por debajo en el marcador, los futbolistas eran conscientes de una cosa, si se marcaba el primer gol la remontada estaría cerca. Antonio Rudiger fue el encargado de abrir la lata para el Real Madrid y fue en ese momento cuando el todo el mundo avecinó lo que ocurriría en la siguiente media hora de partido.
Nadie puede explicar lo que ha pasado esta noche en el Santiago Bernabéu. Da igual que se lo veamos semana sí y semana también, nadie se acostumbra a ello y es algo tan mágico que no se puede definir con palabras. Una vez más la mística se apoderó del Real Madrid y junto a su afición, lo llevó en volandas. Una manita clave, en una semana crucial para la entidad blanca, que ha demostrado ser capaz de destrozar a cualquiera en cuestión de minutos.
Más tarde, fueron los jugadores quienes atendieron a los medios, uno de ellos fue Courtois, dejando las siguientes declaraciones: «Nos han creado demasiado peligro, nos han marcado, hemos hablado al descanso lo que teníamos que mejorar. Hemos reaccionado y sabíamos que si metíamos el primer gol podíamos ganar, en la segunda parte presionamos mejor, hombre a hombre y con una intensidad que merece un partido de Champions, ahí está la diferencia».
Ahora toca pensar en «El Clásico» del sábado que viene. El líder de la competición doméstica visita e manicomio de Concha Espina para medirse al quince veces campeón de Europa. Un duelo que puede determinar el rumbo de la Liga con ambos clubes en lo más alto peleando por distanciarse de su rival directo, dirección al título. Antes, los de Flick se miden al Bayern de Munich, un rival que ya sabe lo que ganar a los catalanes. Sin duda una noche redonda para el madridismo, que con 5 goles respira en la Champions y ya piensa en los tres puntos ante el FC Barcelona.
