La selección española se clasifica a cuartos de final con una remontada que despeja dudas y avisa a Alemania, su próximo rival
Primera parte: España aprieta, pero no ahoga
La roja comenzó el encuentro en sus trece, como dicta su filosofía. Con un gran dominio de la posesión, principalmente en el centro del campo, el balón acabó en Nico Williams, que no tardó en servir un centro a Álvaro Morata, dando el primer aviso en el minuto 2. Los muchachos de Luis de la Fuente partían en este encuentro como la grandes favoritos, pero para ello había que demostrarlo en el campo. España estaba acosando la portería de Mamardashvili de una manera concreta, con centros laterales. Cucurella y Dani Carvajal eran los directores de orquesta, encargados de nutrir a toda la artillería para buscar el primero.
En el minuto 10, Dani Carvajal apareció en el área pequeña para rematar un córner que sacó Mamardashvili sobre la línea. Pero en el fútbol, si no lo aprovechas, lo pagas. Un contraataque georgiano liderado por Kakabadze desembocó el primer tanto de Georgia. El centro lateral del jugador del Cracovia tocó en Robin Le Normand y con mala fortuna, el balón acabó en el fondo de las mallas y Georgia puso en 0-1 en el minuto 18. España reaccionó y siguió buscando su oportunidad. Los de Luis de la Fuente estaban dominando el encuentro de principio a fin, las ocasiones llegaban, pero el balón no entraba.
A falta de 15 minutos para el final, España lo intentaba desde fuera del área ante el gran bloque defensivo que presentaba Georgia y en el minuto 39, tras una gran jugada de España, Rodri puso las tablas en el marcador con un zurdazo desde fuera del área, imposible para el portero georgiano. La roja se fue al descanso con ganas de más, con un dominio total del encuentro y con un gol que supuso un alivio para un equipo que con 17 remates totales, fue muy superior a su rival.
Segunda parte: festín de goles para la roja
La segunda parte comenzó con un susto para España; Khvicha Kvaratskhelia se atrevió desde el centro del campo tras ver a Unai Simón adelantado y estuvo a punto de hacer el primero. En el minuto 50, Lamine Yamal estuvo a punto de hacer el segundo para España con una falta en la frontal del área, pero como no pudo hacerlo; sirvió un centro teledirigido a la cabeza de Fabián y el sevillano puso el segundo en el marcador con la ayuda de Mamardashvili. Los de Luis de la Fuente remontaron el partido con dos asistencias de sus puñales en las bandas, que fueron convertidas por dos jugadores de la medular.
La roja quería sentenciar el encuentro lo antes posible y De la Fuente optó por mover ficha. Morata y Cucurella salieron del campo, para dar paso a Grimaldo y a Mikel Oyarzabal. En el minuto 73, la fórmula del seleccionador español dio sus frutos y tras un disparo de Lamine que tocó en Gvelisiani, España hizo el tercero. Pero finalmente el tanto fue anulado por fuera de juego. La selección española tenía contra las cuerdas a Georgia. Los de Willy Sagnol estaban siendo castigados por las genialidades de Nico por la banda izquierda, quien llevaba una asistencia pero aún no había visto puerta. Pero el jugador del Athletic Club de Bilbao quería sumarse a la fiesta, así que enganchó la pelota desde el costado y con una cabalgada vertiginosa dejó atrás a sus rivales para finalizar de manera impecable, batir a Mamardashvili y sentenciar el encuentro.
A España no le bastó con dominar el partido de principio a fin y remontar el encuentro, teniendo ese acierto que tanto les faltó en la primera parte; sino que querían dejar claro que son una de las favoritas del torneo. Por lo que Dani Olmo convirtió el cuarto para España y cerró un partido para la historia que solo tuvo un ritmo, el de Lamine y Nico.