El Santa Clara, recién ascendido de la Segunda Divisão, es la gran sensación del campeonato portugués. Con 14 jornadas disputadas se encuentran cuartos, algo que parecía impensable a principio de temporada
«Este es el momento en que el universo Santa Clara debe unirse en torno a un único objetivo: volver al lugar que nos corresponde. Ahora es el momento adecuado para cerrar filas y afrontar los gigantescos retos que tenemos por delante con la gallardía y la valentía que definen a las grandes instituciones. Juntos, volveremos. Por Santa Clara.» Este es el comunicado que presentó el Santa Clara cuando descendieron de la Liga Portugal Betclic en 2023. Los «Os Açoreanos» habían pasado cinco temporadas en primera división y descendieron colistas con 22 puntos, a 4 del partido de play off. La temporada pasada fueron los claros líderes de la categoría de plata y lograron ascender otra vez a primera división.
Una ciudad humilde
Pero lo primero es situar al equipo. El Santa Clara se encuentra en el archipiélago de Azores, en el océano Atlántico, y en concreto, en una de sus capitales, Ponta Delgada. En esta ciudad no llegan ni a los 70.000 habitantes, pero es clave para la economía de las islas.
Sin embargo, no debemos creer que porque el conjunto de Ponta Delgada es muy humilde a comparación de los equipos de Lisboa o Porto, hayan sufrido exageradamente en primera. En la 22-23 fue en la única en la que acabaron en la zona baja de la clasificación, ya que en las otras cuatro, no bajaron del décimo puesto, llegando a conseguir en una ocasión un histórico sexto puesto.
La temporada pasada se reflotó un proyecto que volvió a primera, y que, a priori, debería luchar otra vez en descenso. Pero la realidad es muy distinta. Los de Azores lograron 15 puntos en sus primeros 8 partidos, y en noviembre consiguieron una meritoria racha de 4 victorias consecutivas, entre ellos con un triunfo histórico ante el Sporting de Lisboa.
El muro defensivo por excelencia
El Santa Clara está logrando actualmente formar parte de los puestos europeo por su agresividad y su competitividad. Su fortaleza se basa en defender su portería, y es que solo han encajado 13 goles (son los cuartos mejores tras los tres grandes de Portugal), aunque es cierto que a cara a gol no son tan efectivos. Han anotado 16 goles, y su máximo goleador es Vinícius Lopes con 6 tantos. En el plano táctico, su entrenador es Vasco Matos, un técnico portugués de 44 años que debuta por primera vez en la Liga Portuguesa. Canterano del Sporting de Lisboa, su última experiencia fue como el técnico asistente de Casa Pia. Se unió al Santa Clara la temporada pasada en segunda división consiguió varios hitos históricos que dieron esa mentalidad competitiva en el presente año al equipo. El medio Bola Na Rede publicó unas estadísticas en donde el Santa Clara era el equipo que había encajado menos goles en las 10 mejores ligas europeas (19 goles en contra en 34 partidos). Además, acabaron la temporada con ninguna derrota como visitante, y batieron el récord de puntos en la segunda división portuguesa.
Con estas bases, también hay que destacar a algunos jugadores claves en este año de vuelta. Gabriel Silva es un jugador de banda con un gran disparo, y ayuda a que el Santa Clara pueda jugar más al contraataque que a una elaboración extensa del balón. En la defensa destaca Sidney Lima que logra 3.5 despejes por partido y recupera casi 3 balones por cada encuentro. Aun con las buenas sensaciones, y como es natural, hay mucha cautela en el círculo del equipo. «No miramos mucho la clasificación, pero sabemos que estamos en el lugar que estamos. Es señal de que estamos trabajando bien. Está claro que hay un camino y vamos a seguir por él con seguridad, sabiendo que es un viaje largo y difícil. Vamos a seguir adelante con mucha ambición, creyendo y exigiéndonos cada vez más», declaraba Vasco Matos hace unas semanas tras una victoria contra el Rio Ave. Pase lo que pase en la segunda mitad de la temporada, el Santa Clara se encuentra ya a 15 puntos del partido de play off por el descenso, y sueña con poder luchar por un puesto para jugar competiciones europeas la temporada que viene.