Barça y Depor firman un encuentro trepidante de inicio a fin, que tuvo como desenlace una agónica victoria por 1-2
El Barça Atlètic y el Deportivo de la Coruña nos regalaron uno de los mejores partidos de la jornada. Un encuentro sufrido para los de Rafa Márquez que sintieron un ambiente hostil en su propio estadio. El clima propiciado por la grada de animación del Depor, hicieron sentir incómodo en ocasiones al Barça, que acabó dejando escapar los tres puntos tras una actuación estelar de Lucas Pérez.
Ambos equipos llevaban sin verse las caras desde marzo de 2014, donde empataron a cero en Riazor. Y, la verdad, es que su reencuentro no ha defraudado lo más mínimo.
Primera parte: acoso y derribo culé contrarrestado por la garra deportivista
Un disparo de Lucas en el primer minuto, que se fue rebotado, inauguró la contienda en los primeros segundos. Acto seguido, Diego Villares dispuso de un mano a mano que repelió de manera excelente Marc Vidal.
El Barça trató de responder ante las embestidas visitantes con un servicio medido de Hector Fort, que iba a rematar Moha sin fortuna y en fuera de juego. Más tarde, en el 9’, Aleix Garrido y Pau Víctor levantaron al Cruyff de sus asientos. Primeramente con un balón filtrado de Aleix para el delantero, que trató de sorprender a Germán de vaselina. El guardameta pudo desviar su intento, pero el rechace quedó en la frontal del área y Garrido estuvo cerca de convertir el primero de la tarde.
Con el transcurso de los minutos, el Barça Atlètic comenzaba a sentirse con mayor comodidad sobre el rectángulo de juego. Y este bienestar en el césped se tradujo en el 1-0, nuevamente, de Pau Víctor, el máximo goleador de su equipo y el segundo de la Primera RFEF, con 10 goles en 14 partidos.
Respuesta impecable del Depor
Justamente, a la media hora de partido, el Depor de Idiakez supo dar con la tecla y pusieron el 1-1, con gol de Diego Villares. Ante las posesiones largas del filial azulgrana, los gallegos respondieron mediante un latigazo cruzado de su extremo.
El Barça Atlètic no se amilanó y persistió en la tarea de querer embolsarse los tres puntos. Tras encajar el gol, los locales encadenaron dos ocasiones de peligro. Primero Casadó mediante un disparo mordido y, más tarde, Alarcón con un lanzamiento teledirigido que lamió la escuadra. Un auténtico obús el ‘7’ del Barça.
Al borde del descanso fue Yeremay quien insistió en buscar el segundo del Depor con un tiro con efecto cargado de veneno. A diferencia de los pupilos de Imanol Idiakez, el club catalán bajó las pulsaciones en los últimos compases del primer tiempo. Minutos que se le estaban atragantando al Barça, que coqueteó con la derrota.
Un imperial Héctor Fort
La anotación del punta catalán en el 1-0 vino precedida de un buen servicio al espacio de Héctor Fort, lateral que recién ingresaba al filial tras un completo Mundial sub-17 con España.
El canterano culé regresó de Indonesia al mismo gran nivel al que nos tenía acostumbrados. Héctor se mostró contundente en los duelos de uno contra uno frente a Yeremay y volvió a aportar en la ofensiva, nutriendo con una sublime asistencia a Pau Víctor para abrir el marcador.
Segunda parte: pesó el carácter y la veteranía
Los hombres de Márquez entraron con mayor voracidad en los compases iniciales del segundo tiempo. Muestra de ello fue una pared entre Casadó y Alarcón, que el extremo no concretó con gol ante la presencia de Germán.
Llegados a la hora del encuentro, el técnico mexicano introdujo su primera modificación en el sistema. El partido se trabó nuevamente para el cuadro catalán, que retiró a Mbacke por Cubarsí del césped a causa de molestias musculares, y también a Cuéllar por Unai Hernández.
Al Barça se le complicaba la salida de balón, faceta en la que se siente más cómodo, ante la intensa presión visitante. Precisamente, Diego Villares aprovechó una imprecisión de la zaga azulgrana para fulminar a Marc Vidal, que respondió excelentemente con una parada muy plástica.
Héctor Fort, tras una serie de recortes, encontró solo a Unai, que perdonó el segundo de la tarde al impactar el balón en la defensa blanquiazul. Minutos después, Lucas Pérez tuvo un mano a mano con Marc Vidal, en el que pudo acabar con su mala racha, pero Mikayil Faye le encimó rápidamente.
Y cuando parecía que todo estaba listo para dictar sentencia, un balón al hueco de Lucas Pérez para Davo supuso el 1-2. El Johan Cruyff quedó completamente gélido al saber que han perdido una oportunidad de oro para colocarse a un punto del líder. En cambio, el Depor estalló de alegría tras deshacerse de una mala racha y se sitúa como décimo, a un punto del Nàstic de Tarragona, que precisamente ha perdido hoy.
Lucas Pérez sembró el pánico
La leyenda del Deportivo de la Coruña estuvo cerca de mandar a su equipo de vuelta a casa con los tres puntos. Avisó con un potente disparo al primer poste tapado por Faye y con un latigazo que reventó en el travesaño.
El ariete silenció el Johan Cruyff, que además de fabricarse sus oportunidades también generó ocasiones para sus compañeros, internándose desde el extremo izquierdo. Ya sea mediante centros laterales o filtración de balones al espacio. Ejemplo de ello es su asistencia para Davo sobre la bocina, siendo capital para sumar una victoria más que necesaria para que el Depor pelee por el playoff.
