El exjugador del Atlético de Madrid vuelve al Metropolitano pero vistiendo otros colores
Ya entendí que por más que te eche de menos no vas a volver, que por más que me pregunte qué fue lo que pasó, nada va a cambiar, pero dentro de mí siempre serás esa espinita que me duele cada vez que te pienso. Sabiendo que tu marcha fue para siempre, te estaré esperando. Esto es lo que nostálgicamente significa Saúl para el aficionado del Atlético de Madrid un futbolista con una calidad efímera que se desvaneció con el tiempo.
Este domingo en el Metropolitano se juega la jornada 16 entre el Atlético de Madrid y el Sevilla FC. Que tendrá como momento especial, la vuelta de Saúl Ñiguez al lugar dónde se convirtió en uno de los mejores mediocentros a nivel mundial. Va a ser la primera vez que el ilicitano juegue en contra del club rojiblanco.
Qué raro se le va a hacer tanto a Saúl como al aficionado colchonero ver a un tipo que antes era de los suyos, con la camiseta del rival. Un joven que debutó con tan solo 18 años, con el 48 en la espalda y que desde sus inicios tuvo una relación distinta con la grada.
Momentos importantes
Saúl era bien descrito como un jugador de momentos importantes y de goles que quedarán en la historia del Atlético de Madrid.
Gol ante el Madrid en el 4-0
Uno de los goles que al hincha que se encuentra en las gradas se le queda grabado en la retina. En un derbi, en la primera temporada formando parte del primer equipo y de chilena. Un golazo que hizo que el nombre de Saúl Ñiguez ya no fuera de joven promesa, sino de una realidad.
Gol ante el Bayern de Múnich en las semifinales de Champions League
El tanto que hizo que un equipo de guerreros se impusiera a los “robots automatizados” del Bayern de Múnich comandados por Pep Guardiola. Una eliminatoria en la que el club rojiblanco salió victorioso y se plantó en la final contra todo pronóstico.
Gol en la final de Supercopa de Europa
En la prórroga de la final, a pase de Thomas Partey el ilicitano enganchó una volea desde el borde del área que transformó en gol y que hizo que el Atlético de Madrid ganara al Real Madrid en una final europea.
No nos podemos olvidar de goles como en Champions ante el Leicester, otro ante el Madrid en el Calderón, contra el Liverpool, PSV ,… demostrando que era un jugador que hacía goles y que además aparecía en los momentos de máxima tensión.
Malos tiempos
Como todo jugador, hay etapas difíciles en la carrera por las que deben pasar, y un claro ejemplo es Saúl Ñiguez.
En 2015, ante el Bayer Leverkusen sufrió un golpe a la altura de los riñones que hizo que se tuviera que marchar llorando en camilla. Un choque que hizo que el jugador tuviera que orinar sangre durante un largo periodo de tiempo. Pero, que no fue impedimento para él ya que siguió jugando.
En los últimos años, todos hemos sido conscientes del declive en su nivel, mermado por los constantes cambios de posición y por problemas a nivel personal. Atrás quedaron las arrancadas desde el medio campo hasta el área rival, los latigazos desde la frontal o las conducciones con el balón pegado a su pierna izquierda que hacían levantar al aficionado.
Había destellos, momentos en los que se veía al jugador que deslumbraba en las tardes del Calderón, pero tan solo eran ilusiones y recuerdos.
Esta noche de domingo, a pesar del resultado, seguro que es diferente y que estará llena de emociones. Un jugador que tiene el escudo tatuado en su piel, que hasta en su boda se encargó de que el himno del Atlético de Madrid sonara y que se jugó su salud por el escudo.
Aquel niño que deslumbró Europa, llamado a coger el testigo del Atleti y de la Selección, aquella promesa rota, aquella estrella apagada. Saúl volverá a la que para siempre será su casa y se encontrará a una afición que en el fondo de su corazón, espera su regreso.