El Málaga quiere poner en valor a sus talentos y por ello ha dado protagonismo a dos jugadores menores de edad y otro que cumplió los ’18’ recientemente
El retorno del Málaga CF ha venido originado por la apuesta de Loren Juarros de confíar en la cantera malaguista. La Academia ya puede disfrutar de su flamante Ciudad Deportiva Fundación MCF, pero desde hace muchos años se ha convertido en una de las factorías de jugadores jóvenes con mayor prestigio.
La temporada pasada estuvo protagonizada por jugadores formados en la cantera, como Kevin, Larrubia, Roberto o Dani Lorenzo; pero también hubieron jugadores que asomaron la cabeza desde el juvenil y el filial para tratar de hacerse hueco en el primer equipo malaguista. Algunos de esos nombres son los de Aarón Ochoa, Antoñito Cordero, Izan Merino o el central Santaella.
Esta temporada debutan muchos de los malaguistas en Segunda División, por ejemplo Puga o Dani Sánchez; pero también lo hacen los jóvenes talentos blanquiazules que se han abierto paso entre los jugadores afianzados en el esquema del técnico de Nules en la primera plantilla.
Izan Merino, el pitbull de Nueva Málaga (18 años)
El centrocampista Izan Merino está siendo una de las sensaciones en estas últimas semanas, gracias al hueco que se le ha abierto en la medular blanquiazul. Anteriormente había tenido ratos sueltos, pero ante el Oviedo completó los 90 minutos y dejó algunos detalles de calidad sobre el tapete de La Rosaleda. En las próximas semanas busca afianzarse en la rotación, cosa que le serviría para seguir madurando como jugador y crecer junto a los mayores en este apretado mes que tiene por delante el cuadro boquerón.
Aarón Ochoa, el irlándes de oro (17 años)
En la posición de ‘10’ tiene el Málaga a uno de sus jugadores más técnicos. Internacional con las categorías inferiores de Irlanda y tentado por las selecciones jóvenes de La Roja, el marbellí se ha convertido en un jugador de referencia para el ataque blanquiazul. Aarón Ochoa es, con sus luces y sus sombras, el jugador que mayor control del balón tiene en la plantilla y no tardará en hacerse un jugador determinante para Pellicer.
Antoñito Cordero, el elegido (Jerez de la Frontera, 2006)
Todas las historias tienen un héroe y en la del Málaga CF es Antoñito Cordero. El extremo fue el jugador que marcó el tanto decisivo para ascender en Tarragona y logró que el equipo de Pellicer subiese a Segunda División en el minuto 122 del partido de vuelta. Este verano ha estado tentado por precipitarse al vacío en busca de una mejora, pero tanto el jugador como su familia han apostado por seguir en el Málaga y así lo hará, siempre que las condiciones de su agente Pini Zahavi vayan acordes a lo que puede ofrecerle el Málaga. Esta temporada está siendo un jugador indiscutible para el entrenador de Nules y sus internacionalidades con las inferiores le están valiendo un mayor caché y prestigio.
