Al Levante le está costando ver puerta en los últimos partidos, y la escasez de efectivos puede afectarle a medio-largo plazo
La Segunda División es un campeonato muy igualado, donde los equipos han de tratar de fallar lo menos posible. Dejarse puntos en según qué estadios puede ser determinante a final de temporada. Y esto lo saben bien en el Levante, pues hace dos temporadas empató a puntos con Las Palmas y no ascendió. Lo cierto es que su delantera ha empeorado respecto al curso pasado, y por el momento le está pasando factura contra rivales directos.
Si bien su arranque de campaña ha sido mejor del esperado, requieren de varios jugadores en la zona ofensiva para mejorar su registro goleador. En los dos últimos encuentros se ha quedado sin marcar, aunque, hasta la fecha, sigue siendo uno de los equipos con más tantos de la categoría.
El problema no va de goles
Si bien los de Julián Calero son el tercer conjunto más anotador de la liga (solo por detrás de Racing, Real Zaragoza y Huesca), cuenta con un serio contratiempo en su número de efectivos. Luego del mercado de fichajes, el Levante se quedó con solo un ‘9’ de referencia, que se trata del joven Carlos Espí.
Más allá del ariete de Tavernes de la Valldigna, pocos futbolistas se han adaptado correctamente a dicha posición. Ni Morales ni Iván Romero ni Fabricio han conseguido rendir a buen nivel como delantero puro. En este sentido, Calero ha de resolver el problema cuanto antes.
Los próximos compromisos granotas pueden ser cruciales para el devenir de la temporada. Ganar y, sobre todo, competirle a Castellón, Deportivo y Granada daría un chute de energía inmenso a un equipo que en las últimas fechas ‘ha perdido la esperanza’.
Es cierto que gran parte de la hinchada levantinista sigue confiando en luchar por el ascenso, pero quizá los últimos varapalos ligueros han afectado a su estado de ilusión. En cualquier caso, ni mucho menos han hundido la moral del vestuario.
Exprimir al máximo los efectivos
Para la ventana de fichajes de invierno aún quedan 78 días y, ante la pésima situación económica del Levante, es necesario obtener el máximo rendimiento de los jugadores que hay en plantilla. En el supuesto de que se diera alguna salida, sí que sería menester acudir al mercado.
La posición que más falta haría reforzar es la delantera, aunque otras demarcaciones podrían aumentar su potencial con refuerzos. Ahora mismo, el equipo solo cuenta con un lateral natural del primer equipo (Pampín). Exceptuando al gallego, por la izquierda queda Marcos Navarro (ficha filial); mientras que por la derecha es común la presencia de Andrés García (naturalmente extremo), y de Xavi Grande (ficha filial).
Por otro lado, Alfonso Pastor aún no ha debutado en Segunda División como azulgrana, en un curso donde Andrés Fernández no ha comenzado con buen pie. Esta situación ya generó cierto malestar entre la afición, pues calificaron a la plantilla como «descompensada».
En cualquier caso y, contra todo pronóstico, parece que desde la directiva tantean la renovación de Felipe Miñambres, director deportivo de la entidad granota desde 2022. El que precede ha sido su quinto mercado en Orriols, y si bien a nivel de llegadas ha actuado correctamente, no ha sido así con las salidas y las inscripciones, hasta el punto de que, el 30 de agosto, faltaban todavía cinco futbolistas por ser inscritos.
