El astro portugués regresó a la que algún día fue su casa y, como ya ocurrió en Montjuic, se encargó de retratar a su exentrenador
La historia de Joao Félix y Diego Pablo Simeone es una de esas narrativas destinadas al desastre. El ‘Menino de Oro’ recaló en el Atlético de Madrid siendo el fichaje más caro de su historia, 120 millones de euros, y convirtiéndose en el jugador franquicia del conjunto madrileño. Sin embargo, el ‘Cholo’ Simeone intentó que Joao fuese uno más y desperdiciase su excelente potencial ofensivo por sacrificios defensivos impropios de una estrella mundial.
Félix trató de esforzarse y cumplir con las órdenes de su míster, pero llegó un momento en el que se hartó de seguir vaciándose en tareas defensivas que no le correspondían, jugar en posiciones que poco tenían que ver con la que deslumbró en el Benfica y, encima, soportar la ira de una afición que no olvidaba el precio que se pagó por él.
El ‘Cholo’ ninguneó a su mejor futbolista
Teniendo en cuenta este contexto, el bueno de Joao buscó una salida y acabó encontrando en la cesión al Chelsea un respiro de aire fresco. Su etapa en Londres comenzó con buen pie, pero, conforme fueron pasando las semanas, el cuadro ‘blue’ se desmoronó por momentos y el astro portugués se vio obligado a regresar a la capital española una vez finalizada su cesión.
He ahí el comienzo del verdadero calvario para Joao. El futbolista, como es obvio, no quería volver a enfundarse la elástica colchonera y mucho menos compartir vestuario con un entrenador que, desde su llegada, no había sabido valorar su potencial, pero era lo que tocaba. Así que, el portugués continuó ejercitándose en el Cerro del Espino y en Los Ángeles de San Rafael junto al resto de sus compañeros. Sin embargo, el ‘Cholo’, consciente de que el futuro de Joao estaba lejos del Atleti, se encargó de menospreciarle y humillarle una y otra vez dejándole fuera de los partidillos de entrenamiento o no dándole ni un solo minuto en los partidos de pretemporada. Hasta tal punto llegó el ninguneo sobre el luso, no solo por parte del míster, sino también del club; que, tras el regreso de Griezmann, a Joao le retiraron el ‘7’ para dárselo al francés.
Joao Félix tenía una cuenta pendiente con el Atlético de Madrid
Joao calló y calló, aunque inevitablemente su actitud y algunos gestos en los entrenamientos denotaban la desesperación del jugador por salir del Atleti. Finalmente, el FC Barcelona apareció en escena para lograr una cesión por el ‘Menino’ y cumplir su sueño de niño.
Pues bien, desde que se enfundó la elástica blaugrana, Joao señaló en rojo dos fechas en su calendario: la ida y la vuelta frente al Atlético de Madrid en liga. En el primero de ellos, jugando como local en Montjuic, Joao completó una auténtica exhibición que acabó de perfeccionar con un auténtico golazo que hizo entender a la parroquia rojiblanca ese célebre refrán que enuncia que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Su rabia celebrando el gol, su beso al escudo del Barça y dedicatoria a los hinchas del Atleti provocó la ira de la hinchada madrileña que aguardaba con ganas el regreso del portugués al Cívitas Metropolitano.
La semana previa al choque y el mismo día del partido, las redes se llenaron de lamentables amenazas al portugués, en las inmediaciones del estadio solo se escuchaban inadmisibles insultos hacia Joao e, incluso, se llegó a quemar una camiseta con su nombre en su placa conmemorativa. Pero eso qué más da; qué más da si nada de eso lograría distraer a un Joao que estaba completamente focalizado en el partido; qué más da si este chico de 24 años estaba dispuesto a retratar a ese entrenador que jamás confío en él y callar a esa afición que tan injusta fue y seguía siendo con él…; en definitiva, qué más da si Joao Félix volvió a anotar a su exequipo para hacerle saber al mundo entero que lo único que necesitaba el astro portugués para recuperar su brillo era recalar en un equipo grande y volver a disfrutar del fútbol.