El líder de la Premier League, Liverpool FC, cosecha un ambicioso arranque liguero que le sitúa en el reconocimiento a candidato para alcanzar el trofeo doméstico
La Premier League, el título que cada año corona al combinado más efectivo durante 38 jornadas que conforman la competición. El premio que enmarca para la historia a aquellos clubes que no están acostumbrados a la gloria o sentencia el dominio de otros. Visitar Craven Cottage, donde mil historias se han contado, viajar a Manchester bajo la tribuna del madurado Old Trafford o sellar la victoria en casa ante el revolucionario Aston Villa. Leicester, Luton Town y recientemente, Ipswich Town, entre otros, culpables de embellecer la magia que predica la práctica del fútbol británico.
Hace unos años, un gigante del deporte rey se encontraba en su momento más declive de su historia. Un fútbol huérfano de creación, estrellas apagadas que no desempañaban con claridad su potencial futbolístico, un Anfield comprometido bajo el lema «Never Walk Alone» pero sin ruido ganador y pobres resultados deportivos, certificaron las peores campañas para el club. En definitiva, una institución convertida en lagunas. En cambio, hubo quién nunca dejó de lado la ambición y el romanticismo y apareció bajo la sonrisa brillante de quién había construido un legado en Dormuntd, Jürgen Klopp. Coutinho, Salah, Mané, Firmino, Henderson y Fabinho entre las promesas Arnold, Robertson y Joe Gómez. Una UEFA Champions League con la firma belga en el Metropolitano, un subcampeonato ante el Real Madrid y el desenlace mágico de una nueva consecución del campeonato liguero en la temporada 2019/2020.
Klopp celebra la gesta de una nueva Premier League para el Liverpool FC / Foto: Liverpool FC
El cambio revolucionario que necesitaban en el club
El fútbol es un reflejo de la vida en todas sus facetas. Nos demostró a todos los amantes del mismo, la capacidad que tenía que adquirir el Liverpool para dar un paso hacia delante con la firma del alemán. Posteriormente, se consolidó como uno de los grandes entrenadores del fútbol europeo y dejó la huella más emblemática en los corazones ingleses. El ciclo de Jürgen Klopp finalizó el pasado mes de junio con el cierre de la temporada y de su contrato. Una noticia que dejó un vacío existente por todos. Una página entrañable pero con la finalidad de revolución. Tenía nombre y apellidos desde Glasgow. Con el peso de la presión de un banquillo como Anfield, llegaba a la ciudad británica, Arne Slot, desconocido en palmarés pero reforzado de confianza para tomar el relevo más importante de su actual carrera.
Arne Slot, nuevo entrenador del Liverpool en la temporada 2024/25 / Foto: Liverpool FC
Con la incertidumbre de los aficionados y la presión mediática de revivir el legado de Klopp, el natural holandés, ha conseguido confeccionar una plantilla y un planteamiento táctico que hace soñar a una ciudad. Mamardashvili para el futuro proyecto y Federico Chiesa a cambio de 12 millones desde Turín, refuerzan la conformación de una plantilla gestionada para el campeonato. Por otro lado, la retirada de Thiago Alcántara, la más sentida para el proyecto.
En la actualidad, nos hemos acostumbrados a pronosticar en base al campeón de liga desde las primeras jornadas. Manchester City y Arsenal, dirigidos por los españoles Mikel Arteta y Pep Guardiola, son los clubes que afianzan sus proyectos para la conquista de la Premier League. Ambas instituciones trabajan cada campaña por mejorar sus filas y afilan sus armas para debilitar las posibilidades de sus perseguidores. En cambio, la ilusión de Slot ha marcado el camino que consagra al Liverpool como líder de la competición.
Federico Chiesa con la elástica de su nuevo club, el Liverpool FC / Foto: Liverpool FC
Bajo la cima de la tabla clasificatoria, 6 victorias y 1 derrota en 7 encuentros, demuestran el buen arranque del equipo a nivel regular. Además, se consolida como el equipo más dinámico en las construcciones ofensivas y uno de los más goleadores en el área, consiguiendo la cifra de 13 goles con Mo Salah como nombre propio.
Más allá de los datos goleadores, el buen hacer del bloque ofensivo o la solvencia con la que viaja a domicilio fuera de Anfield para cosechar victorias, este Liverpool de Arne Slot ha dibujado sobre la pizarra de la clase, un balón y niños. Cada fin de semana, disputar un partido de fútbol ante el rival, se ha convertido en la excusa perfecta para ver a Arnold desempeñar la función del polivalente como un niño. Disfrutar dentro del espacio como Mac Allister y desfondarse por banda como lo hacen Salah y Jota. Estos niños de Slot, hacen de Anfield su plaza de barrio particular. El balón lo cuidan como abuelo a nieto y disfrutan del fútbol como si de su desconexión se tratara. El Liverpool de Slot sueña, disfruta y trabaja para que el nombre del holandés y el reencontrarse con la plata inglesa, queden en la memoria.