
El Atlético de Madrid Femenino afrontó ayer su último partido liguero en casa ante el Granadilla, antes de poner rumbo a Leganés para afrontar el partido de semifinales de la Copa de la Reina ante el Alhama el próximo martes.
El partido cobró un sentido especial, cuando el miércoles, por medio de las redes oficiales del club, se hacía oficial la salida este verano de Virginia Torrecilla, por lo que el de ayer, sería su último partido ante su afición.
Un partido en el que ninguno se jugaba nada, se convirtió en el partido más especial de la temporada. En el partido más triste de la temporada, por lo que significa Virginia para el aficionado rojiblanco.
Bárbara Latorre abrió el marcador en el 52, y se fue directa a celebrarlo a la banda con Virginia, que salió del banquillo solo para celebrar con sus compañeras, que fueron directas a por ella. En el segundo de Marta Cardona apenas seis minutos después también lo estuvo, y fue inmediatamente después del tercero de Eva Navarro (minuto 64, también celebrado con ella) cuando llegaría el momento más esperado de la noche.
Con toda la grada de Alcalá en pie, Virginia Torrecilla saltaba al campo visiblemente emocionada. Tocándose el escudo y dando las gracias a la afición, afrontaba su último partido en casa con los sentimientos a flor de piel. Sus minutos sobre el verde fueron buenos, y el Atleti pudo celebrar el cuarto tanto de la noche (obra de Thais en propia puerta).
Con el partido finalizado, llegó el momento más duro de la noche. La despedida de una jugadora querida por todos, admirada por todos. Una jugadora que, tras un gran Mundial 2019, regresó a España para mostrar su mejor nivel en el Atlético de Madrid. Una jugadora que durante su primer año en el equipo rojiblanco deslumbró con su fútbol, porque en las botas de Virginia Torrecilla el fútbol sobra.
Pero que apenas un año y medio después, vio como su carrera se frenaba en seco. Tras sentir unos dolores extraños, tal y como ella misma explicó, le detectaron un tumor cerebral que pudo ser intervenido a tiempo. Es más, el 18 de mayo por la tarde, la propia Virginia Torrecilla se encargaba de recordar que hacía 3 años de la intervención; se cumplían 3 años de vida, tal y como decía la balear.
En todo su proceso de recuperación, ni el Atlético de Madrid ni sus compañeras la dejaron sola. También los chicos del primer equipo masculino tuvieron un bonito detalle con la centrocampista, mostrando su camiseta en San Mamés, cuando Diego Costa marcó el 1-1 en aquel partido ante el Athletic Club. El vestuario rojiblanco, además, tuvo un bonito gesto que se convirtió en rutina.
Antes de cada partido, el Atleti gritaba su conocido “Por ti, por mí, por todos. Atleti”. Cuando se conoció la enfermedad de Virginia, el vestuario la sorprendió cambiando la frase que les acompañaría durante toda la temporada (y las siguientes). “Por ti, por Vir, por todos. Atleti“, comenzaron a gritar las colchoneras antes de cada duelo, justo después de ser acompañadas en la foto oficial siempre por una camiseta con el 14.
Uno de los momentos más emotivos que vivió Virginia durante su lucha, y sobre el verde, fue en enero de 2021, cuando el Atlético de Madrid se alzó con la primera edición de la Supercopa de España ante el Levante (final que ganaron 3-0). Amanda Sampedro, capitana del Atlético de Madrid, recogió la copa en el palco, y bajó al césped para levantarla con todas sus compañeras. Pero no bajó sola. Bajó acompañada de una Virginia Torrecilla visiblemente emocionada, que ayudó a levantar el título. Una imagen que quedará para el recuerdo.

Unos meses después, Virginia anunció la noticia que todos esperábamos: estaba sana. No había ni rastro del cáncer, y podría volver a los terrenos de juego.
Una noticia que celebró todo aficionado al fútbol. Porque Virginia ganó el partido más importante de su vida. Porque Virginia durante todo el proceso, nunca bajó los brazos, por difícil que fuese la batalla. Porque Virginia nunca dejó de creer. Y ganó.
El 23 de enero de 2022 quedará siempre grabado en la memoria de todos los aficionados. Vir volvió a los terrenos de juego en la final de la Supercopa de España que enfrentó a Atleti y Barça. El resultado fue un abultado 7-0 pero el marcador quedó en un segundo plano. El salto de Virginia al verde valió más que cualquier título.
La vuelta a los terrenos de juego de Vir significaba mucho más que cualquier título. Aquel partido nos dejó una de las postales más bonitas que se pueden ver en el fútbol. A pesar de una inicial negativa, Virginia fue manteada por el FC Barcelona en su vuelta a los terrenos de juego. Una imagen que también pasará a la historia. Como por supuesto, la mantearon sus compañeras.

Pero las cosas para Virginia esta temporada no han ido como quizá todo el mundo se esperaba. Ni con Óscar ni con Manolo Cano ha tenido oportunidades. La propia jugadora ha dicho en más de una ocasión que quería volver a sentirse futbolista, pero en el Atleti no ha encontrado la regularidad necesaria para ello.
Eso le ha llevado a poner fin a su etapa en el club rojiblanco, donde ha militado 4 años, y ha dejado una huella imborrable. Y ha dejado la enseñanza más importante de la vida: que no hay que dejar de luchar ni en las peores circunstancias.
Virginia tuvo la oportunidad de despedirse en su casa, ante su gente, y rodeada de sus compañeras, que la tuvieron muy presente durante el duelo. Tras el pitido final, todas sus compañeras y staff, la recibieron formando un pasillo hasta el centro del campo. Fueron Lola y Menayo las encargadas de darle una camiseta conmemorativa firmada por toda la plantilla.
Tras un sentido homenaje, la noche en Alcalá se cerró con un sentido homenaje de toda la plantilla con Virginia, que siempre estuvo arropada por sus compañeras, y también por las rivales, que se quedaron en el verde para aplaudir a la balear, a pesar de haber encajado una dolorosa derrota. El fútbol anoche en Alcalá pasó a un segundo plano. Y es que, aunque ésta despedida llegó más pronto de lo que Virginia hubiese deseado, sí estuvo a la altura. A la altura de lo que es la balear como jugadora, pero, sobre todo, como persona.

Un adiós de los que duele, pero de los que se quedan en la retina grabados a fuego. Un adiós a la altura de lo que es Virginia, no solo como jugadora, si no como persona. Un adiós a la altura de una leyenda como ya lo es Virginia Torrecilla.
Y es que la afición del Atlético de Madrid siempre estará al lado de Virginia Torrecilla. Y Virginia Torrecilla siempre llevará consigo a la afición rojiblanca. Vir ganó el partido más importante de su vida. Cuatro temporadas después, Virginia Torrecilla pone punto y final a su etapa en el Atlético de Madrid. Aunque espera hacerlo pudiendo levantar la Copa de la Reina el próximo 27 de mayo. Porque como dice ella “Levanté una copa en Almería calva, y quiero levantar una copa con pelo”.

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