
Elche y Atlético de Madrid volvían en la tarde de ayer a la competición liguera tras una semana de parón, debido a la final de Copa del Rey. Los de Beccacece llegaban al duelo ya descendidos, pero con ganas de darle una alegría a su gente en su centenario, y despedirse de la máxima categoría de la mejor manera posible.
El Atleti, por su parte, llegaba con la intención de recuperar la segunda plaza, después de que el Real Madrid se impusiera al Getafe en el Bernabéu y les volviesen a adelantar en la clasificación.
Pero las intenciones que más se hicieron notar sobre el verde fueron las del Elche, que jugaba sin presión, sabiendo que por desgracia, su descenso ya es un hecho. Lo que pocos esperaban era ver a un Atleti sobre el verde que recordó más al Atleti de la primera vuelta, que al de la segunda.
Sin Griezmann, el equipo desaparece
El conjunto de Beccacece salió al terreno de juego con las ideas muy claras: presión alta tras perdida, y marcas individuales a los jugadores más peligrosos del Atlético de Madrid. El trabajo defensivo del Elche fue un diez, y eso hizo que jugadores como Antoine Griezmann o Carrasco, que venían lanzados al duelo, desaparecieran.
El Atleti notó (y mucho) la falta de participación del francés, que apenas pudo aparecer durante el duelo. Uno de los puntos fuertes de la segunda mitad de temporada del Atleti es, sin duda, el gran estado de forma que muestra Antoine Griezmann desde que volviese del Mundial.

Y cuando Griezmann no puede aparecer, el equipo lo nota. La presión y la marca de los jugadores del Elche amargaron la tarde a un francés que no pudo aparecer, y que cuando pudo, no estuvo del todo acertado. Apenas pudo conectar con los hombres del centro del campo, y tampoco pudo hacerlo con un Álvaro Morata que tampoco estuvo del todo acertado.
Grbic, señalado en un gol con polémica
El Elche rondó la portería de Ivo Grbic en más de una ocasión, y en el 41, consiguió encontrar el premio a la insistencia y a una primera parte muy seria. Aunque el gol no estuvo exento de polémica.
El saque de banda anterior al gol trajo cola durante y después del partido: Lautaro Blanco tenía un pie dentro del terreno de juego, un detalle que ni el árbitro ni el VAR vieron. También antes del gol, el Atleti reclamó una falta de Nteka sobre Koke, tras entender que se sube a la espalda del capitán rojiblanco, y le acaba tirando al suelo, lo que le impide participar en la acción, aunque de nuevo, ni árbitro ni VAR intervinieron.
Después, se tiene que hablar de la “cantada” de Grbic; el portero croata no midió bien la salida, y en su intento de despeje, deja el balón en los pies de Fidel, que logró batir la portería rojiblanca sin oposición ninguna.
Un error de Grbic, que le costó volver a encajar. Y en sus 7 titularidades, todavía no ha podido dejar la puerta a cero. El portero croata, que quiere tener minutos, no está aprovechando del todo la oportunidad que se le ha presentado tras la lesión de Oblak. Y ayer, muy a su pesar, un error suyo costó tres puntos al equipo rojiblanco.
Pólvora mojada tras 13 goles en 3 partidos
Otro de los problemas que tuvo ayer el Atlético de Madrid, fue la falta de gol. El conjunto rojiblanco venía de marcar 13 goles en los últimos 3 partidos, pero ayer no fue capaz de batir la portería de un Édgar Badía.
El catalán tuvo que intervenir en 4 ocasiones, siendo las más claras un cabezazo de Morata en la primera mitad, y otra ocasión de Morata en la segunda. Poco más tuvo que hacer el portero con más paradas de la Liga. El Atleti no encontró el modo de llegar con regularidad y excesivo peligro a la meta ilicitana, y cuando lo consiguió, o se encontró a Édgar Badia o las ocasiones se fueron al limbo.
Las dos más claras las tuvo un Álvaro Morata que venía de marcar 3 goles en las últimas 3 jornadas; ante Mallorca, Valladolid y Cádiz el delantero madrileño consiguió ver portería, pero en la tarde de ayer no estuvo acertado de cara a puerta.
Tampoco lo estuvieron Carrasco o Griezmann, que venían también de marcar en el último duelo, y tampoco lo estuvo Correa, al que apenas se le vio participar desde que saltó al campo antes del 60.

Giménez evitó un “roto” mayor
La defensa rojiblanca, que ayer se vio superada por momentos por el ataque ilicitano, tuvo una buena noticia: Giménez parece haber vuelto a su mejor nivel, y evitó un problema mayor.
El uruguayo se ha vuelto a asentar en el once rojiblanco tras la lesión de Savic, y está demostrando que sin lesiones, puede recuperar su mejor nivel. Ayer fue el defensa que mostró más seguridad sobre el verde, y sobre todo en la segunda mitad, sacó balones que podrían haber llevado peligro a la portería de Grbic.
Durante todo el encuentro, despejó 5 balones, de los 3 duelos que disputó, ganó 2, e interceptó un balón que pudo llevar peligro. Al contrario que Witsel o Mario Hermoso, el central uruguayo mostró una seguridad que no se vio en sus compañeros, sobre todo en un Witsel que se vio superado durante gran parte del encuentro.
Mario Hermoso no terminó el encuentro, después de haber estado durante toda la semana en duda por unas molestias musculares, pero tampoco se vio la mejor versión del central madrileño.
Los cambios restaron más que sumaron
Otro de los puntos que falló ayer en el Atlético de Madrid fueron los cambios. Simeone llevó a cabo su primera sustitución en el 53, solo 8 minutos después del inicio de la segunda mitad. Dio entrada a Correa por un Thomas Lemar que se fue con molestias.
En el 61, decidió dar entrada a Reguilón y a Barrios por un Hermoso que llegó tocado y un De Paul que, por mucho que lo intentó, no logró encontrarse cómodo en el campo. En el 82, Simeone usó su última bala, dando entrada a Carlos Martín, pichichi del Atleti B, por un Koke que tampoco tuvo su día.
Los 4 cambios que Simeone introdujo para darle otra cara al Atlético, no mejoraron lo que ya se había visto anteriormente. Correa apenas participó en el juego, y cuando lo hizo, el balón le duraba poco, culpa de la buena presión del Elche. Reguilón apenas tuvo participación por la izquierda, y en más de una ocasión se vio superado.
Barrios tampoco tuvo su tarde, ya que no logró encontrar a los hombres de arriba, y tampoco apoyos en sus intentos de salida, teniendo a hombres del Elche constantemente encima. Y Carlos Martín tuvo el mismo problema que Morata, apenas le llegaron balones que pudiesen llevar algo de peligro.
El Atleti es el equipo que más rédito le ha sacado al banquillo, siendo el equipo que más goles marca tras sustituciones. Pero en la tarde de ayer, ni siquiera los cambios pudieron darle un lavado de cara a un Atlético que estuvo falto de ideas, de intensidad y de juego.
El Atleti de ayer recordó al Atleti que se pudo ver en el primer tramo de temporada, más gris que de colores. Un Atleti sin apenas ideas, al que se le atascó el partido y no supo como desatascarlo, en parte culpa del buen hacer del Elche, que desde el minuto 1, supo como mantener controlado a un Atleti que venía en racha.
