Desde que el ariete noruego pisó Salzburgo, ha marcado más goles que partidos jugados
Es ineludible que Erling Haaland, el ariete por antonomasia, seguirá acaparando las portadas como un rompe-récords del gol. Fluctuando entre las tres líneas de cal, la media luna y el área pequeña, el cyborg anota más de lo que juega. Debuta en el Bryne, con 17 años, donde en 16 partidos no ‘moja’; firma con el Molde FK, preludio de su olfato, donde anota 20 goles en 43 fechas y, fruto de su capacidad para finalizar, llega a las filas del RB Salzburg. Una travesía con paso por el laboratorio. En el conjunto austríaco Erling dio paso a su virtuosidad promediando más de una diana por partido, ya que en el año y medio que recaló en Salzburgo marcó 29 goles en 27 encuentros. Y aquí empezó todo: la matemática enloqueció con el punta noruego.
Haaland comenzó a anotar más de lo que jugaba y desde que fichó por el Red Bull Salzburg suma 184 goles en 180 partidos. Las exuberantes cifras desde 2019, que serían una quimera para cualquier otro punta, son el reflejo de la capacidad anotadora de Erling. Con el Borussia Dortmund, equipo que lo fichó en el mercado invernal de la 19-20, el androide explotó como líder y jugador de presente y esto se tradujo en 86 goles en 89 partidos, además de erigirse también como asistente con 19 pases de gol. Con Noruega no se queda corta ni la cifra ni el promedio, y es que Haaland ha marcado 21 goles en 23 partidos, es decir, promedia 0.91 tantos por fecha. Erling es el buque insignia, el artífice y el cañón que dispara en la selección escandinava.
El Manchester City y su ‘boom’ paradisíaco
Erling Haaland, después de ganar la DFB Pokal con el Borussia Dortmund en Alemania y romper todos los registros, firmó en el mercado estival de 2022 con el Manchester City de Pep Guardiola. Llegó al paraíso entre aúpas, con un técnico afín a una idea predicada y fructuosa, y con el objetivo de ‘hackear’ y romper todos los registros con los skyblues. Y, por supuesto, de levantar la orejona con el equipo que más la ansía. El cyborg noruego sufrió un linchamiento a las primeras de cambio, después de estrellar una bola clara y manifiesta de gol en el travesaño del Liverpool en la final de la FA Community Shield.
Esto pareció dar cuerda al noruego y, desde entonces, ha reventado la Premier con 32 goles en 28 partidos y la Champions con 12 en 8. En total, 48 goles y 6 asistencias en 41 partidos. Marcar goles con asiduidad es la rutina del androide. Ha convertido lo heroico en neutro, en llano y en ‘normal’. Ha malacostumbrado al planeta fútbol con cifras que no son de este mundo. En términos globales, en toda su carrera y con apenas 22 años, con un promedio mastodóntico de 0.85 goles por partido desde su debut, suma 204 goles y 41 asistencias en 239 partidos.