
Las personas hemos tenido la capacidad de resolver la mayoría de los problemas y enigmas que se nos han presentado a lo largo de la historia. Descubrimos la tumba de Tutankamón, desciframos el genoma humano e incluso emulamos a las aves y surcamos los cielos. No obstante, queda un misterio clave por descifrar en el mundo del deporte: ¿Por qué Zlatan Ibrahimović es de la forma que es?
Lo primero que se nos viene a la cabeza cuando hablamos del astro sueco es, sin lugar a dudas, su inigualable autoconfianza y su peculiar modo de hablar de sí mismo. Como mucha gente sabe, Zlatan nació en Malmö y creció en el barrio de Rosengård, un barrio pobre donde reinaban el caos y la delincuencia. Tal y como cuenta él mismo en su autobiografía, las circunstancias le hicieron ser como es ahora, pero, indagando en su libro, hemos encontrado como habla de un hombre de Trinidad y Tobago.
Ibra no recordaba su nombre o quizás simplemente no quiso incluirlo en el libro. Apenas nos dice de él que “era un tipo enrollado”. Este curioso jugador dedicó al joven Zlatan unas palabras que nunca olvidaría: “Si no eres profesional en tres años, será por tu culpa”.

Ibra admite que esas palabras de alguien con tanta experiencia fueron como un golpe de realidad, lo que muy probablemente fuera un factor que desencadenó en la heteróclita personalidad de esta estrella del fútbol. Tras seguir la pista de este anónimo y crucial personaje en la vida de Zlatan, hemos conseguido localizarle. Tras semanas de búsqueda, hemos llegado a la conclusión de que la persona que pronunció aquella frase fue David Nakhid. Este exfutbolista trinitense es actualmente senador de su país natal. Pese a lo apretado de su agenda, logró hacer un hueco para hablar sobre este tema.
Los protagonistas de esta historia coincidieron en la pretemporada de 1999, en el Malmö. Ese sería el año en el que posteriormente Ibrahimović debutaría en el primer equipo. Por su parte, Nakhid acababa de dejar el New England Revolution a sus 35 años y llegaba al club sueco de prueba. Estuvo algunas semanas en Suecia, entrenó con el equipo y jugó un único partido amistoso. Sin embargo, David no conoció al mismo Zlatan que nosotros conocemos. Nos contó que Zlatan era un chico bastante callado, aunque bien integrado cuando entrenaba con el primer equipo, lo cual nos invita a pensar que cesó parte de la discriminación que sufría cuando era más joven.

También alababa la educación y lo respetuoso que era cuando le conoció. Ibra se sintió muy atraído por él, Nakhid se mostró amigable y cálido, como acostumbra a ser, y él cree que al ser un extranjero en Suecia, le recordó a Rosengård, no eran como los demás, uno tenía pasado yugoslavo y el otro era de Trinidad y Tobago. Piensa también que vió como un reto la habilidad de David con el balón, que era muy similar a la de Ibra. Cuenta nuestra fuente que al volver a casa después de un entrenamiento, comentó con su cuñado la virtuosidad y seguridad que tenía ya de muy joven, a pesar de su impresionante altura. Se sorprendió al ver cómo jugaba.
“Zlatan era un chico bastante callado”
David Nakhid
En los entrenamientos, David era buscado por Ibra, iba corriendo para que fuera su compañero en todos los ejercicios, ya se veía la calidad que tenía y que tenía un brillantísimo futuro, lo que hizo que el trinitense quisiera asegurarse de su actitud profesional, que no le faltó en ningún momento. Destacaba de entre los demás por su confianza, que incluso asustaba de lo grande que era ya en aquel entonces.
Otra cosa que le impresionó era lo completo que era con 18 años, nadie le podía quitar el balón; por su calidad y su inconmensurable fuerza física. Destaca muchas veces lo buen chico que era Zlatan, con un buen corazón que incluso avisaba a David cuando su mujer iba a recogerle después del entrenamiento, algo que quizás no mucha gente esperaría de él ahora, desde joven era una buena persona. Comenta que hubo una conexión, incluso con aquella gran diferencia de edad que había entre los dos, ya que el joven delantero tenía prácticamente la mitad de años que Nakhid.
Las conversaciones entre ellos dos eran cortas y siempre se producían en el campo, aunque puntualmente transcurrían en el vestuario también. David se percató de lo profesional que era ya desde una edad tan temprana, estaba en el proceso de convencerse de que podía lograr cimas importantes. Al ver su impresionante potencial, se sintió responsable y no quiso que lo malgastara, lo que le hizo pronunciar esa famosa frase: “Si no eres profesional en tres años, será por tu culpa”. Parece ser que esta fue la chispa que necesitaba para prender una inmensa hoguera de éxitos sin final, en el que ni la edad es capaz de frenarlo.
“Si no eres profesional en tres años, será por tu culpa”
David Nakhid

Uno de los momentos que Nakhid guarda con más cariño es el único partido que jugó en el Malmö. Fue un 3 de marzo de 1999, en Copenhague, contra el København danés. Recuerda con nostalgia y ternura el momento en el que se buscaban durante el partido, regatearon mucho ambos y siempre intentaban conectar pases entre ellos, paredes y demás detalles característicos de sus estilos de juego. Su recuerdo más intenso fue en el ferry de vuelta, se ríeron de esa mágica conexión que surgió entre ambos. A David le gustaba mucho como persona y pensó que si no aprovechaba su potencial y le inyectaba la confianza que necesitaba, se arrepentiría de ello. Mencionó también que le notó unos pequeños ápices de rebeldía, que quizás son lo que le han hecho llegar tan lejos, haciendo énfasis en que ser un rebelde no es malo.
Para finalizar, le preguntamos por el mayor error de la carrera de Ibrahimović. Nakhid no dudó ni un segundo y afirmó que fue no permanecer más tiempo en el Barcelona. David confiaba en que su talento natural demostraría que Guardiola se equivocó con el sueco. Viendo la carrera que ha tenido Zlatan, David se siente orgulloso. Habla con optimismo de que le gustaría tomar un café con él y darle unas palmaditas en la espalda por lograr sus sueños contra viento y marea.
Nunca sabremos qué sería de este león sueco sin Nakhid. Retrotrayéndonos al pasado y analizando su carrera, ha sido uno de los grandes artilleros de la historia de este deporte, gracias a, o a pesar de, su ego. Pero al fin y al cabo, este es. Este es Zlatan Ibrahimović; un goleador, un taekwondista, un padre, un ganador, pero, sobre todo, un icono. Desde aquel joven de Rosengård al “Dios” de Europa.
