El Real Valladolid sacó a relucir una buena versión en el mejor momento posible para tumbar al RCD Espanyol por dos goles a uno, en un duelo trepidante en la pelea por la salvación. En una temporada en la que la permanencia va a venderse muy cara, Pacheta se impuso a Diego Martínez para hacerse con los tres puntos. El desborde de Gonzalo Plata, la polivalencia de Hongla y un estelar Álvaro Aguado fueron algunas de las claves que decantaron el choque hacia el lado blanquivioleta.
Los nombres del Real Valladolid
El Real Valladolid aprovechó el respaldo de su afición para imponerse desde el pitido inicial e intentar poner en apuros al RCD Espanyol. De hecho, los locales llegarían a anotar en tan solo cuatro minutos, de nuevo en las botas de Cyle Larin, aunque quedaba anulado por fuera de juego. A pesar de no haber conseguido marcar, el trabajo del canadiense fue muy positivo, ganando muchos duelos y ayudando a sacar el balón jugado al equipo de Pacheta. El que también tomó importancia en esta faceta fue Martin Hongla, posiblemente el mejor jugador del Real Valladolid sobre el césped. El camerunés destacó por su contundencia, su visión a la hora de mover el balón y su facilidad para deshacerse de la presión perica.
Otro de los nombres destacados fue el de Gonzalo Plata, que asistió en ambos goles con una buena labor por la banda derecha. Aun así, el ecuatoriano se fue cabreado tras haber lanzado al palo un balón que podía haber sentenciado el encuentro con el tres a cero. Por último, Álvaro Aguado demostró su capacidad de revulsivo y, respaldado por Monchu y Hongla en el centro del campo, fue capaz de poner patas arriba a la defensa visitante en los contragolpes. Tanto fue así que, tan solo dos minutos después de entrar al terreno de juego, anotó el segundo gol decisivo.
No hay victoria sin sufrimiento
Cuando parecía que el cuadro pucelano se iba a llevar la victoria sin males mayores y sin sufrir, un gol de Braithwaite en el minuto 87 provocó el nerviosismo en el estadio ‘de la pulmonía’. Lo cierto es que el final de partido fue el punto más negativo que se llevaron los blanquivioletas, que se vieron sometidos por un RCD Espanyol sin ideas, aunque Sergio Asenjo no tuvo que hacer ninguna buena labor.
Finalmente, el Pucela olvidó los fantasmas aparecidos en Balaídos y se llevó tres puntos que dejan al equipo 14º en la clasificación. Lo próximo para los de Pacheta será el Elche, que, a pesar de estar descendidos virtualmente, aún no ha dicho su última palabra.