Polémica en la previa del descanso en el Villamarín

Tras haberse consumido el último minuto de descuento en la primera parte, y tras la última contra del Madrid, el Real Betis recuperaba el cuero para atacar con la misma moneda. Un jugador bético conducía el balón y avanzaba metros con celeridad, mientras que uno de sus compañeros que le acompañaba, le metía cuerpo a Camavinga al mismo tiempo que el joven vikingo también estaba en carrera. La polémica se desató porque Camavinga recibió la falta sin ni siquiera estar cerca del atacante de los locales de manera peligrosa, mas Soto Grado no indicaba nada.

Para contrastar lo comentado, segundos más tarde, cuando el atacante se aproximaba al área merengue, el árbitro detenía la jugada (y fueron los verdiblancos quiénes ahora no estaban de acuerdo). Tal fue la discrepancia de los de Pellegrini, que 2 de sus hombres se acercaron al colegiado para protestar: algo que no fue de buen agrado para Soto Grado, y que provocó que la tarjeta amarilla saliese una vez más del bolsillo.