En el día de ayer, se vieron las caras Sevilla FC y CA Osasuna con el motivo de la jornada 23 de La Liga Santander, en el cual ganaron los rojillos haciendo volver al conjunto andaluz a ese miedo de la zona de descenso que ahora mismo lo tiene a tan solo dos puntos tras la derrota de ayer.
UN SEVILLA SIN IDENTIDAD PROPIA
La primera mitad en Nervión fue para olvidar, ya que los comandados por Jorge Sampaoli fueron dominados de principio a fin en los primeros 45 minutos de juego, sin apenas generar peligro en campo rival y sobre todo tuvieron una desorganización en la parte de atrás importantísima, que hizo que el Sevilla se fuera uno a cero por debajo en el marcador. Incluso, pudieron ser dos goles, pero el colegiado para la suerte de los sevillistas le dio esperanzas para que en la segunda parte intentarán reaccionar, después de un primer período, que no pudieron manejar en su propio estadio.
El desastre fue acontecido en la noche del jueves en Eindhoven, donde la fragilidad en defensa en los últimos 15 minutos ante el PSV Eindhoven, donde se notó bastante. Y ayer en el Ramón Sánchez-Pizjuán, se vio de nuevo con una descuidada defensa en la que sufría mucho por su banda izquierda, ya que el técnico argentino designó a Bryan Gil de carrilero izquierdo, pero el de Barbate no estuvo al nivel esperado, por situaciones en defensa que un extremo puro no sabe contemplar ni manejar en muchas circunstancias.
En el segundo período, los nervionenses mejoraron y sacaron a relucir su mejor versión, esto fue gracias a los cambios de producidos por Rakitic y Lamela, que fueron sustituidos por Suso y Acuña, jugadores los cuales dieron un plus al equipo en ataque, tanto que es así que los andaluces vivieron casi todo el encuentro en campo rival, poniendo el marcador igualado hasta en dos ocasiones. Sin embargo, las únicas dos oportunidades que tuvieron los rojillos para desempatar las aprovecharon, la cuales fueron un error de Bono al despejar, que desgraciadamente termino en gol en propia, a pesar de que Gudelj intentó salvarla. Y la de el último gol fue una muy buena carrera al espacio de Abde, en la que el marroquí delante de su compatriota ganaría con una magnífica definición al palo largo imparable para el guardameta sevillista.
A pesar de la derrota, la parte positiva del encuentro, es la de En-Nesyri que sigue enchufado haciendo ayer un gran partido tanto con balón como sin balón y por no decir el gran gol que marca para darle esperanzas a su equipo cuando más lo necesitaba. También, destacar a Bono que pese a su error en el segundo gol de los navarros, el portero que defiende las porterías de Nervión salvó en muchas ocasiones al equipo, haciendo grandes intervenciones.
