
Getafe CF y Valencia se veían ayer las caras en una final particular para ambos conjuntos, dadas sus respectivas situaciones en la tabla. El conjunto azulón llegó al encuentro con 19 puntos, en penúltima posición, a 3 del Cádiz, que marcaba la permanencia.
Con 1 más, se encontraba el Valencia en 18º posición. Una situación crítica para ambos conjuntos, que venían en un bucle negativo, sin aún conocer la victoria en este 2023.
Una primera parte marcada por el miedo y por los porteros
El Getafe salió al partido con rotaciones en el campo, debido a la baja de Aleñá por sanción, y a las molestias de Luis Milla. Villar y Portu ocuparon sus posiciones, y tuvo la oportunidad de inicio Munir, en un cambio de esquema de Quique bastante claro, con un 4-4-2 que colocaba a Djené de lateral derecho, y a Gastón de lateral izquierdo, así como a Munir por la izquierda, y a Portu en la derecha.
El primer encuentro de Rubén Baraja como técnico ché, se estrenó con un 4-3-3, con la novedad de Hugo Duro como 9, ante la baja de Cavani por lesión.
Los primeros minutos de encuentro fueron un asedio del Getafe, que intentó buscar la portería ché de todas las formas posibles, pero sin acierto en los últimos metros. El Valencia esperaba en su campo a poder salir a la contra, y sacudirse la presión y el ritmo que estaba imponiendo el Getafe.
Con el paso de los minutos, el conjunto valencianista logró hacerse con el balón, y fue en el minuto 9 cuando llegaría la primera clara del partido: una contra bien llevada por Foulquier, acabó con Kluivert haciendo un pase perfecto a Lino que remató, pero se encuentró con la mano salvadora de David Soria.
El madrileño volvió a corroborar que pasa por un gran momento, y salvó a los suyos de encajar antes de los primeros 10 minutos en casa. Un minuto después, volvió a tapar otro gran disparo de Lino.
El encuentro después de las dos del Valencia, se volvió un ida y vuelta marcado por las imprecisiones de ambos conjuntos, a los que se les notaba nerviosos. Una primera parte marcada por el miedo a verse por debajo del marcador.
En el 38, tuvo la primera del Getafe Domingos Duarte, tras conseguir un cabezazo que se fue por muy poco a la derecha de la porteria de Mamardashvili. Tan solo 3 minutos después, tuvo que aparecer Mamardashvili de nuevo, para sacar un cabezazo de Munir, que podía haber supuesto el 1-0. Y en el córner inmediato a esa acción, tuvo el portero georgiano una doble intervención extraordinaria, primero a Domingos y después a Mayoral.
Una primera parte que estuvo marcada por el miedo de ambos conjuntos a perder, y que estuvo muy igualada, puesto que hubo momentos donde dominó el Getafe, y momentos donde dominó el Valencia, aunque ninguno de los dos encontraron su gol… por culpa de los porteros, que tuvieron grandes actuaciones para salvar cada uno a los suyos.

Una primera parte con un Getafe que mostró más ganas que en toda la temporada por llevarse el partido, y con un Valencia que aún estaba aceptando las ideas de su nuevo técnico, y al que se le notó indeciso e impreciso, pero sabiendo de la importancia del duelo, y buscando siempre que podía la portería de Soria, y bien plantado en defensa.
Una segunda mitad de asedio azulón
La segunda mitad empezó diferente a la primera, con un cambio por parte del Getafe; entró Maksimovic después de varios partidos desaparecido, y se retiró Villar, que vio amarilla en la primera mitad.
El Valencia continuó con el 11 inicial, a pesar de que Lino acabó la primera mitad renqueante, pero el brasileño aguantó y comenzó la segunda mitad.
Soria tuvo que volver a aparecer para salvar a los suyos del gol, después de un disparo de Kluivert, fruto de un fallo grosero en la defensa azulona. El Getafe tras esa acción se lanzó arriba, sabiendo de la importancia del duelo, y ayudado también por el aliento de una afición azulona que no dejó de apretar y no dejó de llevar en volandas a los suyos.
El Valencia lo intentaba a base de contras que no terminaban de culminar, y que siempre que lograban culminar, aparecía un defensa azulón o el propio David Soria para desbaratar las intenciones valencianistas.
La entrada de Maksimovic en el conjunto azulón le dio un plus al equipo de Quique, que empezó a dominar en el centro del campo, y empezó a crear más peligro que en cualquier partido de los anteriores. Baraja intentó darle aire a los suyos dando entrada jugadores como Guillamón o Marcos André, así como darle entrada a un Fran Pérez que fue de las noticias más positivas del conjunto che, pues el canterano valencianista no paró de intentarlo todo el tiempo que estuvo en el campo.
Quique apenas tocó piezas, más allá de darle entrada a Seoane y a Angileri, para darle más profundidad al equipo, en busca del ansiado gol que diese 3 puntos muy importantes al conjunto azulón. Y los cambios le salieron bien a Quique, pues la izquierda dejó de ser la banda más débil del Getafe, y Seoane puso la pausa que necesitaba el conjunto azulón para controlar el partido.
El Getafe empezaba a llegar con más continuidad, aunque le falló el último pase, que siempre o se quedaba corto, o era largo, o tapaba la defensa del Valencia, que intentaba por todos los medios parar el asedio azulón que se instauró en la segunda mitad. Mamardashvili tuvo que aparecer un par de veces para evitar los goles de los azulones, pero el gran momento del georgiano, no fue suficiente.
A pesar de la resistencia del Valencia, que defensivamente cometió pocos fallos, y que tuvo a Mamardashvili de nuevo como salvador, el gol acabó llegando en el 82: balón colgado por Arambarri, peinó Maksimovic, la puso Alderete, y Borja Mayoral remató un balón complicado, para darle el primero a los suyos, y resarcirse tras el penalti fallado ante el Rayo Vallecano.

El de Parla puso el Coliseum patas arriba, y los planes del conjunto che igual. Su gol supuso un jarro de agua fría a los valencianistas, y un chute de energía y esperanza para su equipo.
Aunque el Valencia tiró de orgullo, y en el 86, vio como Fran Pérez introdujo el balón en la portería de Soria, pero el gol no subiría al marcador, ya que había posición incorrecta del canterano valencianista. Baraja puso todas las cartas sobre la mesa, pero no fue suficiente para evitar estrenarse con derrota en el Coliseum Alfonso Pérez.
El Valencia intentó encontrar como fuese el gol que evitara una nueva derrota, la quinta consecutiva, pero no encontró la forma de hacer daño al Getafe, y tampoco de poner en excesivo problemas a David Soria.
Los tres puntos se quedaron en Getafe, ante la alegría azulona, que ganaba por primera vez en 2023, y que conseguían puntuar por tercera jornada consecutiva, esta vez de 3. La otra cara de la moneda fue un Valencia que quedó muy tocado, al ver cómo se les escapaba un partido que habían luchado hasta el final, y en el que cometieron pocos errores.
La imagen más significativa del final del encuentro, fue Gabriel Paulista, entonces con el brazalete che, acercándose a hablar con los aficionados ches desplazados a Getafe, mientras el resto de jugadores observaban desde lejos a su gente, que veía como el mal momento se seguía alargando, y el Valencia caía a penúltima posición en la tabla.
Un partido que ayuda a coger aire al Getafe en un momento importante de la temporada, además de que los 3 puntos son ante un rival directo por la permanencia, y en casa, donde no está encontrando los resultados.
Por otro lado, este duelo hunde más al Valencia, que no consigue levantar cabeza, y que ve como con el paso de las jornadas, está más abajo en la clasificación. Aunque queden muchos puntos en juego, la sensación es que es muy difícil, y con la falta de resultados positivos, la incertidumbre crece por momentos.
Un encuentro marcado por el miedo, y por la estelar actuación tanto de Soria como de Mamardashvili, que al final acabó por sonreír al Getafe, que sale del descenso, y deja al Valencia hundido.
