
El Atlético de Madrid volvió a pinchar en la tarde ayer en el Metropolitano. Y lo que en años anteriores era noticia, este año se está convirtiendo casi en rutina. Los resultados se consiguen fuera, pero en casa el Atleti pincha más de lo habitual, y de diez encuentros disputados en Liga, tan solo ha ganado cuatro(15 puntos puntos de 30 posibles).
Unos números que preocupan, porque el Metropolitano ha pasado de ser un fortín, a ser el talón de Aquiles rojiblanco esta temporada. De los diez encuentros que el Atleti ha jugado en casa, como hemos dicho, tan solo ha ganado cuatro: ganó al Elche, al Valladolid, al Girona y al Celta. Ha empatado en tres ocasiones, ante Espanyol, Rayo y Getafe; y ha perdido en otras tres, ante el FC Barcelona, el Real Madrid y el Villarreal a principios de temporada.
Si contamos los partidos de Champions, los números no son mucho mejores: victoria in extremis ante el Oporto, y empates ante Brujas y Leverkusen, en partidos muy pobres del equipo rojiblanco. En total, trece encuentros disputados en casa desde que empezó la temporada, de los cuales tan solo ha ganado cinco.
En casa el Atleti está pecando, casi siempre, del mismo error: meter el primero, confiarse, y acabar encajando. O de no tener acierto de cara a portería. De los tres empates cosechados en casa, el del Rayo y el Getafe ocurrieron de una forma similar; el Atleti no supo cerrar el partido, ni aprovechar sus ocasiones, y un penalti en los últimos minutos les condenó. Ante el Espanyol, la falta de intensidad salió cara, ante un conjunto perico que estaba con 10 jugadores.
De los perdidos, siempre el mismo fallo: la escasa puntería de cara a puerta. Ante el Villarreal, el equipo colchonero disparó un total de 13 veces, 5 a puerta, sin marcar. El Villarreal, por su parte, disparó más veces, 19, y 5 a puerta, con la diferencia de que el submarino logró ver portería en dos ocasiones.
Ante el Real Madrid, el Atleti disparó 12 veces y 6 a puerta, y solo logró ver portería una vez, mientras los blancos dispararon 6 veces, 3 a puerta, y marcaron dos. Y ante el Barcelona, el Atleti jugó uno de los mejores partidos de la temporada, pero pagó caro la falta de puntería; 20 tiros y 5 de ellos a puerta no trajeron goles, mientras que los culés dispararon 10 veces, 2 a puerta, y marcaron un gol.
La falta de contundencia del Atleti en casa en las dos áreas es preocupante. Sobre todo cuando el rival les plantea un partido tirando a lo defensivo, donde los rojiblancos apenas encuentran espacios. Si logran adelantarse, los de Simeone acaban concediendo espacios, y siempre lo acaban pagando caro, como se pudo ver ayer ante el Getafe.

Un ambiente extraño en las gradas
La situación en la grada tampoco ayuda. Ante Valladolid y Getafe se vivió un silencio que pocas veces se ha visto por parte de la grada de animación. Hace dos semanas, la grada de animación comunicó que haría huelga de animación debido a la negativa del club a hacer un referéndum sobre la posible vuelta del antiguo escudo.
Y de momento, parecen estar cumpliendo su palabra. Ya van dos encuentros donde no se ven banderas en el fondo, así como tampoco se escuchan cánticos, salvo alguno puntual a favor de Simeone y en contra de la directiva rojiblanca. Algo que cambia cuando el equipo rojiblanco se desplaza, donde en algunas ocasiones, se escucha más a la afición del Atleti siendo visitante que a la local.
Sobre este tema habló Ángel Correa en el post-partido: “Entendemos muy bien al hincha. Sabemos que están enfadados con nosotros y con razón. No podemos reprochar nada”. El enfado, más que con el equipo, es con la directiva, pero al final, a los jugadores les salpica la situación. Es más, ayer mismo se vio como Antoine Griezmann tuvo que pedir en alguna ocasión a la grada que apretase, así como tuvo que hacerlo el propio Simeone.
Un Simeone que tiró de indirecta tras el partido, al ser preguntado por la situación. El argentino, sin entrar en demasiados detalles, señaló que son varios los motivos por los que el rendimiento en casa baja. Tras ello, señaló: “Podríamos mirarnos todos y empezar a empujar todos un poco más fuerte para que en casa se vea lo que siempre ha sido el Atlético”.
El ambiente en una grada que cada día está más dividida no ayuda al equipo. El Atleti en su estadio siempre ha jugado con 12: los jugadores más la afición. Algo que este año parece no estar cumpliéndose, pues con el paso de las jornadas, la grieta en la afición rojiblanca es cada vez más grande, y el equipo nota la frialdad de la grada.
Hasta el parón en marzo, al Atlético no le quedan rivales fáciles en casa: la próxima visita será la del Athletic Club el 19 de febrero, y tras los leones, llegarán Sevilla y Valencia, cada uno con mucho en juego. Para entonces, se espera que las aguas se hayan calmado, y el Metropolitano vuelva a ser una olla a presión, en la que se va todos a una.
Son varios los factores que causan que el Atleti se desinfle en un Metropolitano que ya no es un fortín. Los rivales saben que en casa el Atleti ya no es tan fuerte, y sacan provecho de ello. Y si el Atleti quiere conseguir el objetivo prioritario de entrar en Champions, mucho tienen que cambiar las cosas en casa.
