Un partido marcado por la expulsión de Irene Paredes en el minuto 60 con la igualdad numérica en el marcador (1-1) era la oportunidad de oro para que el Real Madrid cosechase su primera victoria en un clásico y la primera final de su historia.
El partido comenzó con una dinámica muy parecida al del último clásico, con un Barça que encontraba a Pina actuando de falsa extremo con demasiada facilidad y a partir de la conexión Pina-Patri-Rölfo el Real Madrid sufría los ataques continuos del Barça. Hasta que en el minuto 24 la propia Pina abrió el marcador con una rosca endiablada que superaba a Misa que nada podía hacer ante tal disparo.
Los primeros 45 minutos fueron completamente blaugranas, con un Madrid que basó su planteamiento en la velocidad tras pérdida del rival, con Athenea y Feller en ataque y Weir como conexión entre el centro del campo y la delantera. Sin embargo, una buena lectura por parte de Patri generaba superioridad en la salida de balón de las catalanas y el Madrid no tuvo ninguna opción.
El segundo tiempo empezaba muy similar, pero una falta en la frontal del área un tanto infantil de Aitana, iba a dar al Real Madrid su primera ocasión del encuentro en el minuto 54. Weir cogía la responsabilidad y disparaba un balón a media altura y pegado al palo derecho. Sandra Paños, no fue capaz de alcanzar un balón que no era ni potente ni alto y el Madrid con un solo disparo a puerta ponía la igualdad.
Minutos después Irene, que no estaba cuajando un buen partido con varias pérdidas impropias en ella, hizo una entrada muy fea a Feller y recibió la segunda amarilla. El Barça se quedaba con 10 y el Madrid tenía ahí su gran oportunidad. Así lo vio también Toril que quitó a una Freja ausente para dar entrada a Maite, un perfil más ofensivo.
Giráldez, por su parte, reconstruyó la defensa con Marta Torrejón, que sin apenas calentar realizó un gran partido en las pocas acciones en las que fue exigida. Pero, fue el Barça el que siguió dominando liderado por una excelsa Geyse que se dejó el alma en el terreno de juego. Pese a los intentos blaugranas el partido se fue a la prórroga.
PRÓRROGA Y VICTORIA BLAUGRANA
Ya en los minutos no reglamentarios el técnico gallego decidió ir a por todo y quitó a Patri para dar entrada a Salma. El Barça presentaba probablemente su dibujo más desorganizado de la temporada y luchaba con más corazón que cabeza. Pero la valentía dio sus frutos y en el minuto 110, cuando parecía que el partido se iba a los penaltis, Lucy Bronze se internó en el área y tirando de veteranía provocó un penalti.
Entre Tere y Svava arroyaron a la campeona de europa y Mariona transformó el gol que le daba el pase momentáneo al Barça. Ya en los minutos finales y con un Madrid desgastado y con los brazos bajados, pese a seguir siendo una más, el Barça dio la estocada final con una jugada de pillería de Oshoala que le robó la cartera a Ivana y tras regatear a Misa, dejó el balón a Salma para que rematase a placer.
El Barça se mete en otra final y peleará por levantar otra Supercopa, demostrando que en la Liga española sigue siendo muy superior a sus rivales. El Madrid se marcha a casa con la sensación de que este era el partido y no lo intentaron lo suficiente para poder complicar las cosas al subcampeón de europa.