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Ligas Europeas

CRÓNICA: Leones y lobos cuajan tablas en el derbi de West Midlands.

Reparto de puntos con sabor español en Villa Park.

Unai Emery y Julen Lopetegui se cruzaban en Villa Park rompiendo un curioso récord: ambos guipuzcoanos se encontraron en la liga Santander cuando Villarreal y Sevilla sellaban tablas en el lejano mes de septiembre. Una mala dinámica por parte de dichos entrenadores les catapultaría a una Premier League, madre de las ligas europeas, que recibiría a ambos directores de juego que junto a Mikel Arteta, joven entrenador del Arsenal, consagrarían un triunvirato de entrenadores provenientes de tierras vascas.

Ambos clubes llegaban al enfrentamiento directo poseyendo sintonías diferentes. Por un lado, el Aston Villa ha recibido una bocanada de aire fresco con la llegada de Emery, la entidad villlana, localizada en la doceava plaza, se encuentra espantando a los fantasmas de un descenso que ya queda a 7 puntos. Por el otro costado, Lopetegui ha dado una seña de identidad nueva al equipo del Molineux, este entrenador debutó con una victoria a domicilio, una derrota por la mínima contra el United y ha implantado un sistema de juego que ha padecido cambios distintivos cambios que hacen de los Wolves un equipo mejorado tanto en defensa como en la zona atacante.

Echó el balón a rodar y todos nos quedaríamos más que anonadados, el equipo visitante, aquel que se hallaba en las peores circunstancias entre ambos conjuntos, tomaría el control vasto del balón y haría de él una posesión para los que visitaban el característico Villa Park. Una dinámica vertical y un sinfín de intervenciones harían de los Wolves controladores totales de aquello que sucedía en el terreno hallado en el oeste inglés. Un Diego Costa muy peleón que tenía entre ceja y ceja la consecución de un gol, poseería gran parte de las ocasiones que ejecutaron los lobos, estas acabaron lejos de las mallas. El hispano-brasileño, desde su retorno a la Premier, está dejando conformes a todos, siendo un monumento clave para su equipo y creando un vínculo con la afición. Por desgracia, el bueno de Diego no vería portería siendo posteriormente cambiado a causa de sus molestias en el abductor.

La primera parte dejaría destellos por parte de los 22 que se hallaban sobre el verde.
Los soldados de Julen nos nutrían con un juego valiente, sacando el balón desde la zona defensiva; Kilman y Collins se mantuvieron opacando el juego ofensivo de los locales, los balones repelidos por la zaga comandada por José Sá, irían paseándose por área contraria y sería así como el Aston Villa vería a sus vecinos adelantándose en el luminoso posteriormente a una gran jugada ejecutada a causa de grandes movimientos por parte de una sala de máquinas (Moutinho y Neves), que había abandonado la zona central de terreno de juego, plantándose así en área rival habilitando a un Podence que no dudaría en perforar a Emiliano Martínez, quien después de una ovación multitudinaria por parte de su afición debió excederse para mantener a los suyos con vida, capitán sin brazalete y muro para los villanos.

El primer periodo de tiempo vería su final y Julen poseía gran parte del trabajo realizado, sus aspiraciones a salir del descenso crecían a medida que el tiempo se fundía. El fútbol nos depararía una trepidante segunda mitad, los de casa salían al césped con el ímpetu de sacar el resultado desfavorable hacia delante mientras que los Wolves buscaban el aguante frente a unos villanos que no buscaban hundirse frente a su afición.
la fuerza y el remo local se hacia de notar al mismo tiempo que los minutos transcurrían, de infarto para unos y crecimiento para otros ambos conjuntos sacaban sus mejores armas a relucir para así buscar los diferentes objetivos marcados. Lopetegui mandaría formar una trinchera cosa que Emery aprovecharía dando entrada a un Danny Ings, protagonista que sería incondicional para el desarrollo final de los hechos. El jugador nacido en Winchester atravesaría la zaga rival con un gran movimiento para posteriormente dejar por los suelos a un Sá que debió sacar las manoplas a pasear durante aquello que sucedía en la segunda mitad. Villa Park explotaría con su equipo y las ocasiones no cesaban, la más clara, aquella que supuso un paro cardíaco para los visitantes, llegaría de la mano de Leon Bailey donde el jamaicano echaría a perder una ocasión tras dejar por los suelos al guardameta de procedencia portuguesa.
Finalizaría así el encuentro, ambos clubes no dejarían de acecharse mutuamente y el espectáculo quedaría servido para aquellos que disfrutaron de una nueva tarde de fútbol inglés. Como figura destacable hallamos a Hugo Bueno, lateral español de los Wolves que dejó sin aliento a los atacantes contrarios y pese a su mala cobertura en el gol rival, dejaría una aparición más que correcta para un joven de 20 años que aún debe pulirse en una liga tan veloz como la inglesa.

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