La llegada de Isco al Sevilla fue una de las más ansiadas de los últimos años, incluso se le recibió como un “galáctico” ya que la ocasión lo merecía. Ha sido una de las presentaciones con más repercusión de la historia del Sevilla, pero su bajo rendimiento ha provocado una gran decepción. Tras la marcha de Diego Carlos y Koundé, el equipo en ese entonces dirigido por Julen Lopetegui necesitaba un cambio de aires y la llegada de Isco fue lo ideal para ello, pero siempre quedaba la duda de si un jugador que había estado parado durante varios años sería capaz de dar la talla. La respuesta a esta pregunta es simple, no rotundo. Isco no ha cumplido las expectativas y ha decepcionado mucho a una afición que se ilusionó en que Isco volviera a su “prime”, su mejor momento.
Tras tan sólo 5 meses en el club hispalense, Francisco Alarcón “Isco”, ha decidido dejar el barco todavía sin rumbo que le abrió las puertas, a final de mercado, de la mano de Lopetegui. Esto mencionado, posiblemente sea la opinión más divulgada del porqué vino a Sevilla ya que debemos recordar que la mejor versión del malagueño, tanto en el Real Madrid como en la selección española, se le vio con Julen Lopetegui. A su vez, la destitución de Julen tras los malos resultados ha podido también significar su tempranera salida del club hispalense y la llegada de Sampaoli no ha hecho mejorar su situación.
La realidad es que el jugador malagueño no ha dado un rendimiento esplendido, muchos lo tildan de nefasto, pero si se le han podido ver destellos de ese Isco que levantaba estadios enteros con un simple regate. Isco ha disputado un total de 19 partidos con la camiseta sevillista de los 22 posibles, en los que ha marcado 1 gol y ha dado 3 asistencias, pero esto no es suficiente. A un jugador del calibre de Isco se le pide que adquiera galones y que en los momentos complicados como los que pasa el Sevilla, sea importante, pero por razones tanto físicas como psicológicas no se han dado estas circunstancias.
Todos sabemos de la calidad de Isco y que pudiera volver a ese Isco de 2019 no era algo tan descabellado, pero parece ser que la mentalidad de Isco no estaba centrada y el malagueño no estaba decidido a volver a ser, mínimo, una parte de lo que fue. El Sevilla FC confió en el para que todo esto se diera y parecía ser que el jugador también estaba decidido a volver pero tras la marcha de Julen, el entrenador que lo trajo, y también por su mentalidad conformista y poco exigente hicieron que todo ese júbilo y alegría que se formó en su llegada, se convierta en decepción y en desilusión.
Sevilla’s Spanish coach Julen Lopetegui (R) talks to Sevilla’s Spanish midfielder Isco during the Spanish League football match between Villarreal CF and Sevilla FC at the Ciutat de Valencia stadium in Valencia on September 18, 2022. (Photo by Jose Jordan / AFP) (Photo by JOSE JORDAN/AFP via Getty Images)
El fracaso con el fichaje de Isco es evidente, pero esto también nos deja otra pista y nos refleja sutilmente como está la situación del club sevillista, y es que hay rumores de que la salida del ex-madridista, en parte se ha provocado por tensiones con el director general deportivo Monchi. Desde que comenzaron los malos resultados, incluso se podría decir que, desde la pasada temporada, la situación en el club hispalense ha ido empeorando cada vez más y en este ambiente de tensión a la par que nerviosismo, que existan estos roces se convierte en un hábito. La baja forma física del malagueño, que ha hecho que su rendimiento no sea el esperado, sumado a las tensiones generados en la entidad nervionense debido a la situación deportiva han provocado que el paso de Isco Alarcón por el Sevilla FC, sea “un visto y no visto”.