El Mundial de Qatar 2022 se consume por momentos, al igual que se consume uno de los ciclos más espléndidos de la historia del fútbol.
Es posible pensar que esta competición mundial es una más de las que se celebran en una ocasión dentro de un período de cuatro años, más allá de las peculiaridades que presenta por el lugar y la fecha en la que se celebra. Sin embargo, aunque no nos percatemos de la importancia de esta cita mundialista en Qatar, supone un punto de inflexión en el deporte del balompié.
Prácticamente nos hemos “mal acostumbrado” en la pasada década a disfrutar de un conjunto de futbolistas que han marcado una era en este deporte, y por si nos fuera insuficiente, nos hemos tomado el privilegio de visualizar ciertos encuentros pudiendo opinar con la frase “este jugador me parece el mejor de la historia”, creándose una dualidad de pensamientos que ha conseguido dividir a los aficionados, pues en muchas ocasiones no recordamos que a día hoy nos deleitamos con las actuaciones de dos de las mayores figuras que la historia de este deporte ha podido ostentar, como son Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, quienes disfrutan hoy, en el caso del portugués ya ha disfrutado todo cuanto ha podido, de su última cita mundialista aportando su calidad y experiencia a sus respectivas selecciones.
Sumado a esta situación casi inigualable, en la cual las actuaciones de dos deportistas han eclipsado las del resto, también encontramos diversos futbolistas que sin lugar a dudas no caerán en el olvido fácilmente por sus exitosas carreras y que también disputan o han disputado su última gran competición junto a sus naciones, como pueden ser los siguientes futbolistas: Robert Lewandoswki, quien será bien recordado en la Bundesliga, siendo motivo de alegría para dos de las mayores aficiones como las del Borussia Dortmund y Bayern de Münich, y siendo recordado con respeto por el resto de aficiones debido al temor que generaba el simple hecho de su presencia sobre el terreno de juego.
Luis Suárez, un pistolero visto por Países Bajos, Inglaterra y por último de forma más longeva en la liga española, destacando en el Atlético de Madrid brevemente, pero sobretodo, siendo el nueve de referencia dentro de uno de los conjuntos que mayor calidad futbolística ha demostrado, como fue el FC Barcelona de Luis Enrique que se alzó con el triplete.
Luka Modrić, una persona brillante, tanto dentro como fuera de un terreno de juego, que continua avanzando ronda tras ronda de forma sorprendente en este mundial junto a una selección menor como es la croata, pero que con su actitud de resiliencia se ha ganado un respeto y admiración total, y es que Luka Modrić ha sido mucho más que un simple líder en esta selección y meritoriamente fue reconocido en 2018 con un balón de oro tras ser un jugador fundamental tanto en el Real Madrid que dominó Europa con Zidane y de Croacia que actualmente es la vigente subcampeona del mundo.
Y quién sabe, si a esta lista se sumará Neymar Jr., al que su físico le ha aportado multitud de altibajos a lo largo de su carrera y la mente parece haberle dicho basta, lo que supone una noticia fatídica, pues cualquier aficionado es consciente que la calidad que poseen sus botas no se ha visto reflejada ni por asomo de forma completa sobre el verde ni en los títulos que ha cosechado el bueno de Ney.
La lista es abrumadora, pero a pesar de ello, la vida continua y el fútbol también lo hace. La sensación de desazón es lógica y la nostalgia que experimentaremos en el futuro es evidente, pero el mundo del fútbol debe centrarse ahora en una generación de talentos emergentes que están llamados a ser los próximos líderes a nivel mundial.
