La vigente campeona del mundo , a pesar de ser la superior de las dos selecciones, no domina claramente al comenzar el partido. En el minuto ocho, marca Australia el primero, el gol es de Godwin por la derecha y al segundo palo, tras no poder cerrar Pavard.
La primera lesión del partido se da en el minuto 14; Lucas Hernández sale del terreno de juego tras hacerse daño en la rodilla intentando parar a Leckie.
A lo largo de los primeros 15 minutos, Australia se muestra muy superior. A pesar de ello, Francia intenta recuperarse el batacazo dominando espacios e intentando llegar arriba. En el minuto 22, hay otra ocasión de gol para Australia, esta vez de Duke, que casi la mete por la escuadra tras un error de Rabiot.
No es hasta el minuto 26 cuando llega el primer gol de Francia. Tras un córner que saca la defensa australiana, le llega un centro lateral a Rabiot que termina rematando con la cabeza para empatar el partido. Poco después, en el 31 de encuentro, Giroud marca el segundo. A partir de aquí, Francia empieza a adentrarse en el partido, teniendo cada vez ocasiones más claras.
Así, Australia va perdiendo confianza y se va viniendo abajo, a estas alturas, es un equipo diferente al del comienzo. Aunque tienen su última ocasión en el descuento: Un cabezazo de Irvine que se va al palo. Termina la primera parte, en la cual Francia ha ido de menos a más, al contrario que los australianos, quienes habían empezado muy fuertes.
Al comienzo de la segunda parte, el conjunto francés sigue complicándole el partido a la selección de Australia. Hacia el minuto 60, Francia tiene el partido totalmente controlado, y Mbappé empieza a destacar, estando mucho más activo y marcando el tercero tras un centro de Ousmane Dembelé. En el minuto 70, Giroud deja ya sentenciado del todo el encuentro con el cuarto gol para Francia.
Finalmente, el partido acaba en un 4-1 favorable para el conjunto dirigido por Deschamps, y deja buenas sensaciones a pesar de las complicaciones que sufrieron al principio.