Si hace pocos días el mundo del fútbol femenino cantaba victoria porque la paz parecía haberse restablecido con el acuerdo entre la Liga F y la RFEF con los salarios de las colegiadas. Ahora nos encontramos con una nueva polémica proveniente de la Federación. El organismo dirigido por Luis Rubiales ha decidido ‘profesionalizar’ las multas por tarjetas amarillas y rojas en la Liga F.
La RFEF lo que ha hecho ha sido igualar las sanciones a las cantidades establecidas en el fútbol masculino. De tal manera que se pasa de 4 euros por tarjeta amarilla a 180 euros y de 9 euros por tarjeta roja a 350 euros. Estas sanciones son aplicables a los clubes y no a las jugadoras. A estas últimas las sanciones les subirían hasta los 600 euros en la Primera División femenina.
Con esta medida el organismo se acoge al artículo 52 del Código Disciplinario en el cual se tratan las multas o sanciones de carácter económico. En el tercer punto de este artículo se refleja lo siguiente:
“En las competiciones de carácter profesional, la sanción de amonestación de directivos, futbolistas, entrenadores y auxiliares, llevará consigo, para el club de que se trate, multa accesoria en cuantía de 180 euros cuando se trate equipos adscritos a Primera División, y de 90 euros cuando se trate de equipos adscritos a Segunda División. La sanción de suspensión conllevará multa por importe de 350 euros, cuando se trate equipos adscritos a Primera División, y de 200 euros cuando se trate de equipos adscritos a Segunda División, por cada partido o mes que abarque”.
Está medida ha pillado por sorpresa a los clubes que se sienten muy enfadados con la situación, porque comprenden que se trata de una subida desproporcionada. Cabe recordar que mientras que el salario mínimo en el fútbol masculino es de 155.000 euros, en el fútbol femenino es tan solo de 16.000 euros. Por lo que consideran que no cabe en lógica alguna igualar las sanciones.
Algunas jugadoras han mostrado en sus redes sociales su descontento con la medida, al entender que sus retribuciones son insuficientes para poder hacer frente a las posibles multas. En la pasada temporada en los 240 partidos que se disputaron se mostraron 721 tarjetas amarillas y 26 rojas, lo que correspondería a un total de 138.880 euros.
Son cifras que podrían poner en serios aprietos a muchos clubes de la Primera División, al salirse de sus limitados presupuestos. Además, lo que sí ha sorprendido es que, en la Segunda División, que todavía no es profesional, también se ha dado una subida de las sanciones. Las jugadoras tendrán que hacer frente a multas de 300 euros y los clubes de 30 euros por tarjeta amarilla y de 45 euros por tarjeta roja.
Tan solo en esta primera jornada disputada de la Liga F se han mostrado 17 tarjetas amarillas y una tarjeta roja a la jugadora del Sevilla, Diana Gomes. Por lo que la portuguesa tendrá que ser la primera futbolista que abone los 600 uros de sanción. Generalmente en el fútbol masculino estos gastos los cubren los clubes, pero la situación presupuestaria de los mismos deja serias dudas sobre si van a poder hacer frente a ello.