La primera jornada de la Liga F, la primera liga de fútbol femenino profesional, está abocada a su suspensión después de que en la noche de ayer las árbitras respaldadas por la RFEF y el CTA anunciasen que iban a la huelga de manera indefinida. Pocos minutos después de este comunicado la Liga F sacaba el suyo propio en el que anunciaba que había puesto en marcha a su departamento jurídico en caso de incomparecencia de las colegiadas y asistentes.
Hoy a las 12:00 horas tienen lugar los dos primeros enfrentamientos de la jornada, el Atlético de Madrid vs Real Sociedad y el Alhama El Pozo vs Madrid CFF. Todo parece indicar que no se disputarán por la ausencia de los estamentos arbitrales, pero para poder suspender el encuentro los clubes deben presentarse en el campo en la hora estipulada y esperar 30 minutos. Si pasado ese tiempo la árbitra no aparece, entonces se da el partido oficialmente por suspendido.
Eso es lo que sucederá en toda la Liga F en este fin de semana, conllevando con ello el desplazamiento de equipos, televisión y aficionados en vano y denigrando una vez más la imagen del fútbol femenino. La Liga F en su comunicado expresaba su esperanza de que las árbitras apareciesen: “Tanto la LPFF como los Clubes y SADs participantes en la competición confiamos que el CTA y la RFEF cumplan con sus obligaciones y aseguren la presencia de las árbitras y asistentes”.
Además, desde el ente recordaban que la incomparecencia acarrea sanciones: “La LPFF va a proceder a presentar las correspondientes denuncias disciplinarias, solicitando se adopten las medidas sancionadoras correspondientes a tan grave incumplimiento, incluyendo su inhabilitación”.
Cabe recordar que las árbitras no están sujetas a ningún contrato laboral con la RFEF ni el CTA y que carecen de un convenio colectivo por lo que no tienen derecho legal como colectivo a hacer huelga. Por lo que las árbitras se estarían quedando muy desprotegidas en esta nueva guerra entre Federación y Liga.
La LPFF cerraba su comunicado advirtiendo que “no vamos a aceptar chantaje alguno por parte de ningún colectivo o institución”. Puesto que el organismo comprende que la decisión de ir a la huelga es más una medida de presión de la RFEF, que un deseo de las propias árbitras, para que acepten las condiciones salariales que propusieron de 21.000 euros repartidos en salarios de las árbitras y gastos de gestión.
Comunicado íntegro de la Liga F: