El Athletic Club siempre se ha caracterizado por ser un equipo muy de cantera y con un mercado muy reducido. Las dos cosas van, en gran medida, de la mano, ya que cuando se retira un jugador, se marcha del equipo o simplemente su rendimiento empieza a bajar, una de las soluciones más recurrentes es buscar en el filial, ya que no hay muchas opciones realistas y competitivas en el mercado.
Es difícil saber qué hacer con un jugador joven de gran nivel cuando ya hay alguien mejor en su posición. Es el caso de Imanol García de Albéniz y un muro llamado Yuri que le impide pasar al primer equipo. El joven lateral de Gallarta (22) demostró su nivel el año pasado en segunda, llamando la atención de propios y extraños, repartiendo 5 asistencias y marcando 2 goles en 34 partidos en su primera temporada como profesional. Esta temporada, en el momento en el que se escribe esto, lleva 1 asistencia en 3 partidos.
Aunque eran muchos los que pedían que a Imanol ya se le empezara a dar importancia en la primera plantilla o, al menos, que se le tuviera en cuenta, el club decidió mandarlo cedido por segunda temporada consecutiva a Segunda División. Primero al Mirandés, ahora a la SD Eibar. El motivo principal es bastante claro y tiene nombre y apellidos: Yuri Berchiche Izeta. Y por detrás de él, el recién renovado, Mikel Balenziaga.
Aunque su nivel hasta entonces había sido muy elevado, lo cierto es que Yuri la pasada campaña no fue un jugador diferencial. En liga jugó solo 11 partidos como titular debido a una lesión de la temporada anterior. Le operaron al comienzo de la 21/22 y no pudo gozar de muchos minutos. Sí lo hizo, en cambio, Mikel Balenziaga, dando un nivel, sobre todo al comienzo, mucho mejor de lo esperado. Sin embargo, se echó de menos a Imanol, sobre todo teniendo en cuenta el nivel que estaba demostrando.
Como esta temporada ya se temía que pasara algo parecido y que se tuviera que jugar sin una alternativa a Yuri en caso de lesión grave o al propio Balenziaga, se esperaba que fuera el año del debut de Imanol, pero el club no decidió que fuese así y lo mandó cedido.
Los problemas llegan cuando Yuri comienza la temporada no dando el nivel que se esperaba. Sin desentonar mucho ni ser el eslabón más débil del equipo, no es el jugador explosivo, llegador, intimidante e intenso que era antes de la lesión. Se le ve impreciso en las llegadas a fondo del campo, le cuesta más encontrar jugadores dentro del área (que no tiene necesariamente que ser su culpa) y no genera tanto peligro en ataque. Además, su nivel defensivo también ha disminuido. Ha bajado un punto la intensidad y tiene menos recorrido.
Obviamente, y a su favor, hay que decir que es un futbolista de 32 años ya y que ha pasado por una lesión (y operación) que le ha podido hacer que baje su rendimiento. El problema es del club, que no tiene en cuenta esto y que ignora la situación, y en vez de ir dando entrada a Imanol en el primer equipo y dejar a Balenziaga terminar su carrera, ha decidido renovarle hasta 2023 (donde va a tener 35 años), ceder a Imanol a Segunda y, prácticamente, depositar todas sus confianzas en Yuri, un jugador que ha pertenecido a la élite del club en los últimos años, pero que, por desgracia, y deseando estar equivocado, no es el mismo que el de las finales de Copa.
Mikel Balenziaga se lesiona y Yuri Berchiche replica lo del anterior. Con las dos opciones para el carril zurdo lesionadas e Imanol en el Eibar sin ser titular las dos últimas fechas, el Athletic se encuentra con los dos laterales del primer equipo lesionados, el potencial futuro lateral cedido y sin poder progresar y jugando con Lekue en la izquierda, lateral diestro y que, aunque su rendimiento el año pasado por momentos fue bastante bueno, siempre ha estado en el centro de la crítica de los aficionados bilbaínos. Yendo más lejos, Valverde dio entrada en la jornada 3 al canterano Aitor Paredes (central diestro) en el lateral izquierdo a falta de efectivos en ese sitio, aunque cabe destacar que fue en el minuto 88 de un partido totalmente sentenciado.
Imagen destacada: El Correo