El empate de ayer en el Coliseum, deja varias cosas buenas.
Parece que se ve enderezando el rumbo del equipo, poco a poco se ve a un Getafe más sólido atrás, y que asusta más en parcela ofensiva.
Pero más allá de lo deportivo, hay una vuelta con la que sonríen todos los aficionados azulones. Una vuelta tres meses después, por la que se ha sufrido, porque a medida que iban pasando las semanas, parecía no tener bien.
Se habla de la vuelta de Jakub Jankto. El checo se lesionó en el partido ante el Rayo Vallecano, allá por septiembre. Un esguince que comenzó con “esperanzas” de ser olvidado para noviembre, pero que se iba alargando con el paso del tiempo.
Es más, este ha sido el primer partido suyo a las órdenes de Quique. La suerte no sonrió al checo, que estaba empezando a ser titular con Michel, cuando cayó lesionado.
Pero desde el primer minuto, Quique dejó claro que iba a contar con él, y que su vuelta era muy importante. El centrocampista estaba siendo de las pocas, por no decir la única, buenas noticias del inicio de campaña con Michel.
Empezó desde el banquillo, pero siempre que salía, salía con una actitud diferente a la de sus compañeros. Eso fue lo que le hizo hacerse con un hueco, hasta que un mal gesto con la rodilla, le mandó fuera de los terrenos de juego.
Pero esos tres meses en el dique seco se acabaron, y Jakub está de vuelta. Aunque ayer solo dispuso de unos 10 minutos, está claro que Quique recupera a un guerrero más.
Su vuelta le hace sonreír a él, que daba las gracias a través de las historias de Instagram; hace sonreír a Quique, que podrá dar descanso a alguien del centro del campo; y hace sonreír a la parroquia azulona, que ve como vuelve uno de los pocos jugadores que daba todo en las primeras jornadas.
