El comienzo de Messi en el PSG no está siendo nada fácil, tardó en debutar, no le están saliendo las cosas y parece no estar ni al 50%. Una mini pretemporada que progresó con la presión de saltar al terreno de juego cuanto antes, y unas expectativas muy altas.
El Messi que estamos viendo en sus partidos en Francia no es, ni de lejos, el Messi que disfrutamos con el Barça. Posiblemente su peor versión, y es que adaptarse a un fútbol diferente, más posicional, con compañeros nuevos y con una filosofía de fútbol totalmente adversa a la de toque blaugrana, no parece tarea fácil. Para colmo, una nueva zancadilla en el camino del astro argentino, una auténtica venganza, aunque sin intención, por parte de Jérome Böateng, en el enfrentamiento entre PSG y Olympique de Lyon de Ligue 1. Se perdió el partido intersemanal ante el Metz, se perderá el partido de la jornada 8 contra el Montpellier, y roza la ausencia en el próximo partido de Champions, donde se verán las caras pupilo y maestro, Messi y Guardiola.
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Pochettino, además de para darle un aire nuevo al partido frente al Lyon, decidió sustituir al ‘D10S’ por precaución, y aunque a este le sentara mal su cambio, su gen competitivo no puede superar su bienestar físico. Una contusión ósea en su rodilla izquierda lo apartará del terreno de juego hasta tres fechas. Mala, sino peor noticia para el técnico compatriota de Messi y el PSG.
Aunque el entrenador del conjunto parisino es optimista, cabe la posibilidad de que Messi pueda estar un tiempo más en la grada, sin poder disfrutar de su trabajo y su pasión. No obstante, según médicos profesionales en la materia, auguran que Messi no participe en el encuentro internacional, y si llega, será con molestias y arriesgándose a una recaída.
